Recuerdo inolvidable donde los haya. Así definiríamos un eclipse total de sol. Aún ahora, cuando lo pienso, se me pone la carne de gallina y los pelos de punta. Nunca me arrepentiré de haberme acercado a un pueblecito cerca de Cherburgo para contemplar uno de los fenómenos más raros que la naturaleza nos depara.

La noche en el día pudo verse desde St. Vaast a Hougue, una pequeña localidad de Normandía, un 11 de agosto de 1999. El cielo estaba entrecubierto, pero entre nube y nube aparecía un sol recortado por la luna. Fue un día inolvidable. Pudimos contemplar el eclipse hasta el último momento, y aunque no pudimos ver la totalidad por la condensación de las nubes, la noche se echó encima de nosotros durante unos segundos. Hasta el último momento el sol no dejó de darnos la luz, pero en esos pocos segundos la luna lo tapó, la temperatura bajó y la brisa del mar nos azotó con más fuerza.

Aquí os dejo unas cuantas fotos 3D (Vista ojos cruzados, aunque salvadas a disco y renombradas como jps pueden verse en cualquier otro formato 2D con aplicaciones como el DephCharge) de nuestra experiencia.

Expectación en St. Vaast a Hougue ante el eclipse.

Maria José mirando al sol.

La oscuridad nos invade.

Hasta el último momento el sol nos ilumina.

La noche vence al día unos segundos.

Así pudimos contemplar el eclipse.