Las claves del día en un minuto
  MINUTO DIGITAL
    

PORTADA   |  QUIJOTE 2005   |  EDITORIAL    |  FORO   |  SUSCRIPCIÓN   |  CARTAS AL DIRECTOR

              

Adios, Palomino

Ángel Palomino, escritor de éxito, periodista de agradable recuerdo, militar honesto y estupendo ser humano, nos dejó hace unos días.

Desde su Toledo natal (1919) hasta el Madrid de sus últimos días, recorriendo libro a libro, firma a firma la España que tanto amó, Palomino fue recogiendo innumerables galardones literarios: Premio Nacional de Literatura, Premio Club Internacional de Prensa, Premio Hucha de Oro, Premio La Felguera, Premio Leopoldo Alas?

Madrileño de adopción desde 1935, año en que empezó a estudiar la carrera de Ciencias Químicas, al sorprenderle el alzamiento el 18 de julio de 1936 siente la llamada de las armas que le lleva a ingresar en la Academia de Infantería, de donde llegó a ser profesor, tras obtener el grado de oficial. Su vocación de periodista le lleva no obstante por otros caminos: de 1946 a 1950 fue jefe del "Diario de Larache", de 1950 a 1954 subdirector de la revista "Fiesta" de Tetuán (recordemos que por esas fechas el también excombatiente Antonio Mingote funda en Tánger la revista cómica "Don José", competidora de "La Codorniz", revista donde Ángel colaboró entre 1947 y 1978, fecha de su desaparición). Fue también colaborador, con nombre autentico o seudónimo (Ángel, G. Campanal, etc.) en "ABC", "Arriba", en la Agencia EFE, "Semana" y "El Heraldo Español"; y a partir de 1977 de "El Alcázar", lo que le costó algún pequeño disgusto, al ser incluido falsamente en la trama civil del 23-F a través del "colectivo Almendros".

Miembro desde 1980 de la Real Academia de Bellas Artes de Toledo, fue su obra larga. Desde los cuentos, creo que su género preferido (a destacar su formidable "Informe a la superioridad", obra que todo padre debería procurarse para sus hijos, sin desdeñar otros títulos como "Plan Marshall para cincuenta minutos", "Suspense en el Cañaveral", "Tú y tu primo Paco", "Un Jaguar y una rubia", publicada ésta en la colección "La Nariz" que dirigía su viejo director Álvaro de Laiglesia) a la poesía (impagable "La luna se llama Pérez").

Su enorme conocimiento de los acontecimientos históricos le llevó a escribir un gran número de ensayos, siendo el último "Francisco Franco", editado conjuntamente por ediciones B con otro de Paul Preston. Otros ensayos a destacar fueron "1934. La guerra civil empezó en Asturias", "Caudillo", obra sobre Francisco Franco publicada por Planeta que fue un auténtico best seller y "Defensa del Alcázar", extraordinaria dada la doble condición de toledano y militar del autor.

Fue, de todas formas, en el campo del humor, donde sus éxitos se multiplican: "¡Quiero un hijo de Julio!", "Adiós a los vaqueros", "Bosnios para un nuevo Guernica", obra jocosa sobre la realidad vasca, "Carta abierta a una sueca", "De carne y sexo", "Divorcio para una virgen rota", "El César de Papel", "El pecado de Paquita", "Han volado el toro del coñac", "Insultos, cortes e impertinencias", "La comunidad de propietarios", "Las otras violaciones", "Los que quedaron", "Madrid Costa Fleming", "Memorias de un intelectual antifranquista", "Mis cartas a su majestad", "Todo Incluido", "Torremolinos Gran Hotel" o "Zamora y Gomorra".

Su calidad como escritor y como ser humano le permitía escribir obras en compañía de otros autores, y no sólo como participante de una obra conjunta ("España diez años después de Franco", "Retrato de Antonio Mingote" o aquellas fabulosas Antologías del humor de los años 50 y 60), sino realmente a la par, como la estupenda "Lío en Kío", con Arturo Robsy de coautor.

No puedo dejar de citar un par de obras por separado. Su "Pseudo Garcia Márquez, pseudo Cela?", demuestra su grandeza al atreverse a jugar a algo muy peligroso: imitar los estilos de otros autores. El no solo tener un estilo propio e inconfundible, sino poder además emular a grandes de la literatura como si fuera un clásico negro demuestra algo más que versatilidad. Por último, "Este muerto no soy yo", obra jocosa donde la informática irrumpe en la vida del protagonista como un elefante en una cacharrería, además de desternillante trae muchos agradables recuerdos a mi mente. Precisé dar una copia de unas páginas de su obra a mis alumnos por lo que le solicité su permiso? la autorización que me mandó me permitía no solo emplear las páginas sino prácticamente reimprimir el libro. Verdaderamente, todo un caballero, lo que redondea su perfil.

A pesar de todo, con toda su grandeza, Ángel fue no solo un gran tímido sino un modesto de aupa. Como anécdota, cuando se puso de moda imprimir en la tarjeta de visita personal la profesión ("Fulanito de Tal, Abogado" o "Zutanito de Cual", Arquitecto) Palomino mandó hacerse unas donde podía leerse "Ángel Palomino, Señor Particular".

Ángel Palomino, fue enterrado en el cementerio Sacramental de Santa María de Madrid. Descanse en paz.

Juan V. Oltra



Buscar en minutodigital.com   
Opinión
Juan V. Oltra
Adios, Palomino
Opinión
Alberto López Malax
Si Cervantes levantara la cabeza
Opinión
Jorge G. Contell
Las cuentas del Gran Capitán
Opinión
Jorge Álvarez
Violencia doméstica
Opinión
Andrés Santo
ZP, Zero Patatero
Opinión
Juan José Coca
¿Al Qaeda en Don benito?
Cultura
Vicente Niño Ortí
Lost in Traslation
La Fiesta
Micaela López Garabís
Los encastes de Marzo de 2004
Otros artículos
Francisco Otazu
Comienza la reserva Militar Voluntaria

La encuesta

¿Crees que el PSOE se resentirá de su política en Cataluña?
Si, creo que perderá muchos votos
No, no tiene nada que ver
No se
  




PORTADA     FORO     REVISTA EN PAPEL     HEMEROTECA     PUBLICIDAD          PUBLICIDAD   |  NOSOTROS


SFC Identidad Media SL

C/ Cuesta de San Vicente 2-8 Bajo A
37007 Salamanca
Teléfono 902.19.86.91 - Telefax 600.09.16.41
webmaster@minutodigital.com


Minuto Digital
Minuto Digital