Algimia de Almonacid:

La Rápita

Jueves, 7 de junio de 2007

 

Roberto – Gustavo – Jordi – Ezequiel

Luis M. – Santi – Antonio – Luismi

Pilar– Guillermo – Susana – Javi

(José Luis A. y Angel en la retaguardia)

Zona: Espadán

Inicio: Algimia de Almonacid, en la fuente Donace, junto a la piscina.

Acceso: Desde Segorbe por Peñalba o desde Onda por Alcudia de Veo..

Tiempo estimado: 2 horas y media    Distancia: 12km    Desnivel: ±650m

Dificultad: Media. La senda de subida a la Rápita puede estar con maleza.

En marcha...

Ruta: La Rápita es el pico más alto de la Sierra de Espadán, en contra de la creencia generalizada de que el más alto es el pico que da nombre a la Sierra. El hecho de que sea el Espadán y no la Rápita el que da nombre al macizo montañoso puede deberse a que el primero es el que más destaca desde casi todos los ángulos de visión de estas montañas, sobre todo desde lejos, y el que mejor panorámica tiene desde la cima.

El recorrido de hoy es una ruta circular que sube por la vertiente este y baja por el oeste, por el Barranc del Canyar, y es una de las pocas posibilidades de ascensión a la Rápita con recorrido circular sin incluir largos tramos de asfalto o pista.

Salimos de la explanada junto a la fuente Donace y entramos en el pueblo. Desde el centro urbano cogemos una calle a la izquierda que, a través de huertos y siguiendo acequias, nos lleva al centro del amplio barranco de Almonacid.

Una vez en el cauce, seguimos a la izquierda por la pista, a tramos hormigonada, que remonta la rambla. Pasamos bajo el arco del acueducto de la Alfándiga, bajo la torre en ruinas del mismo nombre. Seguimos sin camino por el lecho de la rambla medio kilómetro y salimos a la carretera, a la izquierda, junto a la Fuentecica.

Es la única fuente que encontraremos en todo el recorrido. Justo a la derecha de la Fuentecica, arranca una empinada cuesta de hormigón, por la que seguimos. La pendiente se suaviza y el hormigón deja paso a la tierra. Pronto se estrecha y tras pasar sobre un bebedero de animales, se convierte en estrecha senda.

Atravesamos un bosquecillo de alcornoques y la senda gira bruscamente a la derecha, atraviesa un barranco, enseguida otro barranco, y continuando hacia la derecha, recorre la ladera en diagonal hasta situarse sobre un espolón. Aquí gira a la izquierda para remontar por el cordal de dicho espolón.

Cruzamos una zona de tierra rojiza y llegamos a un pequeño collado. Después de un corto tramo de bajada salimos a otro sendero que seguimos a la derecha, en ascenso. Salimos a una zona pelada de pedrera y por encima de la misma salimos hacia la derecha para pasar un colladito que nos introduce en la cuenca del Barranco de las Tortugas, uno de los rincones más perdidos y solitarios de la zona.

La senda se mantiene horizontal y aumenta la maleza. Por estos parajes no suele pasar nadie y los caminos a veces se cierran por la genista. Llegamos al fondo de la cabecera del barranco, pasamos junto a unos corrales en ruinas y el sendero gira a la derecha para ir subiendo en diagonal hasta otro collado donde la senda se termina.

A la izquierda tenemos un espolón, a trozos de roca, por el que tenemos que ascender. Intentamos buscar los tramos de roca que no tienen maleza y la ascensión se convierte en una agradable y fácil trepada que nos lleva a una zona con encinas, más cerrada y con restos de trincheras. Aquí es mejor bordear por más a la izquierda.

Volvemos al espolón un poco más arriba y lo seguimos hasta un bosque de pinos por donde pasa el sendero que sube desde el collado de la Nevera. A partir de aquí salimos a un camino más transitado y dejamos atrás la amenaza de la genista y las zarzas.

Seguimos el cómodo sendero a la izquierda, recorriendo la bonita zona de bosque de pinos de Los Cubos y llegamos a la cima de la Rápita. Hace calor y descansamos un rato a la sombra de los alcornoques.

De la cima cogemos una senda que baja directamente hacia el norte y llegamos rápidamente al collado de Villamalur o de Los Refugios. De aquí, a la izquierda, por el Barranco del Cañar, bajaremos por uno de los rincones más bonitos de Espadán. La senda va haciendo revueltas y recorre un bosque de alcornoques donde podemos observar algunos ejemplares admirables.

La senda acaba en una pista junto a una zona de picnic. Seguimos la pista hacia abajo y tras un reconfortante baño en la Balsa Grande del Cañar, bajamos por el camino hormigonado que nos conduce a la carretera de Matet, junto a la piscina de Algimia y la Fuente Donace, donde tenemos los coches.

Las fotos de la jornada         Croquis del recorrido

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