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Zona: La Vilavella (Espadán) Inicio: Junto al campo de fútbol del pueblo Acceso: Desde la A7/CV10. Tiempo
estimado:
2 horas y media Distancia: 15 km Dificultad: Tramos de pista forestal y buen sendero, excepto el tramo de la Cruz
de Zapadores. Ruta: La Vilavella
está en el extremo oriental de la sierra de Espadán, donde arranca la loma
que después de formar el Pic Font de Cabres, continúa formando el cordal principal que separa
la frondosa vertiente norte de Espadán de su soleada vertiente sur. Salimos del pueblo siguiendo el trazado del GR36
que atraviesa toda la sierra de Espadán hasta Montanejos. Después de una
corta y pesada subida por una carretera asfaltada, teniendo a nuestra derecha
las ruinas del castillo, llegamos a un alto donde el GR sigue por una pista
muy pendiente a la izquierda. Por esta pista es por donde volveremos, pero
ahora seguimos de frente, por un camino de tierra entre naranjos. El camino ancho acaba junto a una caseta y por
su derecha empieza una estrecha senda que baja a un barranquillo y sale a un
camino hormigonado. Seguimos de frente y nos desviamos a la derecha
esquivando una enorme zanja que debe ser una antigua cantera de roca de
rodeno. El sendero sube una pequeña loma y baja por el
otro lado atravesando una zona boscosa por la base de la montaña hasta salir
a una pista forestal, que seguimos a la izquierda. Después de unas cuantas curvas cerradas
elevándonos por la ladera llegamos a un cruce de pistas donde reencontramos
el GR36. La pista de la derecha es por donde volveremos a
la vuelta, bajando a la Vilavella por la de la
izquierda (siguiendo el GR36). De frente sube un empinado trazo de pista precario
que es por donde seguiremos ahora. El trazo de pista acaba enseguida y
continúa un estrecho sendero que enfila hacia lo alto de la loma. Llegamos a un collado donde damos vista hacia el
sur y el camino gira a la derecha, siguiendo el cordal. Llegamos a un alto
donde hay una cruz metálica en memoria de los Zapadores. Junto a ella hay
varios balcones de roca, restos de parapetos de la Guerra Civil. El sendero avanza por el cordal. La loma está
jalonada con balcones de roca encarados al sur. Puede que se trate del mayor,
y mejor conservado, conjunto de restos de la Guerra Civil de Espadán. La
estrecha senda acaba finalmente en el Coll de Bledar, al pie del Pic Font de Cabres. En el Coll de Bledar cogemos el sendero a la derecha, por la umbría, que
enseguida se bifurca. Seguimos el de la izquierda que en ligero ascenso
bordea el Pic Font de Cabres
hasta el collado que hay al otro lado (oeste). Continuamos de frente manteniendo cota hasta
salir a una pista en un cerrado recodo. Seguimos hacia abajo durante un par
de kilómetros. La pista, bastante estropeada, sigue el trazado
del GR36 y desciende toda la umbría poblada de alcornoques. En una curva a la izquierda, la abandonamos por
una visible senda que sale a la derecha, en ligero ascenso. La zona es umbría
y húmeda y algunos árboles son magníficos ejemplares de alcornoques. Pasamos junto a la Font de Cabres,
con su destartalada caseta, y seguimos por la bonita senda. La noche empieza
a hacer acto de presencia. Después de pasar un par de hombros y recorrer un
par de vaguadas, llegamos al extremo de una ancha pista que seguiremos hasta
llegar al cruce de caminos donde pasamos al subir. Esta vez seguimos las marcas de GR36, dejando a
la derecha el empinado carril por donde subimos antes, a la izquierda la
pista en zigzag por la que vinimos y seguimos de frente en una rápida bajada
que nos conduce en pocos minutos a la entrada de la Vilavella. Ya ha oscurecido del todo, pero eso no nos
impide distinguir las escasas mandarinas que han quedado en unos campos a la
entrada del pueblo y procedemos a “espigolar-las”. Las mejores mandarinas son las que se comen
directamente del árbol después de más de dos horas de correr...!! Volver a... Inicio Índice Cronológico |