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Pirineos (Pallars, Alta Ribagorça
y Vall d'Aran) Santi saldrá de Restanca y Juan del Blanc, en
el mismo sentido los dos, por lo que no nos encontraremos durante el
recorrido. Los dos hemos entrenado bastante y pensamos correr. Llegamos a los
refugios el viernes a mediodía, van finalizando el recorrido los que han
comenzado a correr el viernes a las 7h. Uno de ellos establece un nuevo
récord de la prueba (10:20), Santi lo ve llegar tan fresco que cree que había
ido a soltar las piernas dando una vueltecita por el lago. Cenamos y nos
acostamos, ninguno de los dos duerme… demasiados nervios y dudas (qué ropa
ponerse, mallas largas o pantalón corto, llevar chaqueta o no, cuánta agua y
comida… nos fundiremos si salimos rápido o perderemos tiempo si nos
reservamos mucho). Al final Santi lleva una mochila demasiado cargada y Juan
va prácticamente con lo puesto.
Salimos casi a la misma hora,
Santi a las 4:33 y Juan a las 4.30. Una magnífica luna que nos permite
prescindir de la frontal y una temperatura más que agradable hacen que las
primeras horas pasen sin cansarnos. Comenzamos a correr y se olvidan todas
las preocupaciones, solo te concentras en no agotarte y en no caerte.
Generalmente andamos rápido en las subidas y corremos más o menos en el llano
y las bajadas. El amanecer nos sorprende a Santi en el collado de Contraix y a Juan en el refugio de Amitges.
Mantenemos un buen ritmo y seguimos pasando collados (ya cuestan mas) y refugios. Del Blanc a Mallafré Santi va por Monestero
y haciendo fotos, mientras Juan ha ido por la pista.
Hay bebida en todos los refugios
y en numerosos riachuelos, la bebida no es problemática. En cuanto a la
comida; hay refugios generosos (Ventosa, Blanc, Amitges, Saboredo) que tienen
barritas energéticas, fruta, frutos secos; otros (Llong,
Colomina) dan un plato de sopa; y otros rácanos que
no dan nada (Mallafré, Colomers,
Restanca). Hay periodos en los que flaquean las
fuerzas y otros en los que se recuperan. Las barritas y los geles nos ayudan
a mantenernos alimentados.
Llegamos a los refugios de
salida con las fuerzas muy justas, y completando el recorrido en unos tiempos
excelentes (Santi en 13:01 y Juan en 15:22). Hemos acabado un día intenso,
agotador y los pies han sufrido mucho por lo riguroso del terreno; el tiempo
ha sido excelente, caluroso durante el día y ligeramente fresco por la noche.
Tras comer alguna cosa, un descanso reparador. Al día siguiente nos
levantamos cansados pero satisfechos y tras el desayuno y un tranquilo paseo
hasta los coches terminamos la experiencia. Santi Alvarruiz
y Juan Ariño – 1 de septiembre de 2007
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