Seamos Magníficos!
Cuando se encontraron en la
encrucijada el Loco, el Filósofo y el Poeta, se saludaron como
lo harían viejos amigos. Nunca se habían mirado a la cara,
sólo se conocían de atisbarse en los pequeños detalles del
atardecer, en los remolinos de los ríos y el vuelo de las aves.
Cuando se encontraron en aquella encrucijada de caminos, el Loco
tuvo la certeza, el Filósofo dedujo y el Poeta intuyó que este
encuentro sería único e irrepetible. Seamos magníficos, se dijeron...
La
respuesta del Poeta
¡Qué poco queda! El resto se lo llevo el ocioso verano. Pero basta para hacer con ello una canción y cantártelo, para entretejerlo en un collar de flores que adorne tu muñeca, para colgártelo de la oreja como una perla color de rosa, como un suspiro ruborizado; para apostarlo una tarde a cualquier juego y perderlo.
Regalo de amante. R. Tagore
La respuesta del Filósofo
Todo lo que se hace por amor acontece más allá del bien y del mal.
Más Allá del Bien y del Mal. F. Nietzsche
La respuesta del Loco
De la Gehenna a
Sión...
y otra vez a la Gehenna.
Hay veces, muchas, que creo que hablo solo.¿Qué importa? Hace
apenas 30 horas, noche de luna ensangrentada, descubrí lo que
podría ser LA VIDA. De la Gehenna a Sión. Me gustó lo que
vi. Niñas en minifalda o mujeres terribles. Bellezas nórdicas
de labios intensos. Sangre caliente tras unos ojos negros como el
mar de media noche. Apoteosis cognoscitiva. ¡Quiero más! Horas
y horas la frase se repite. De la Gehenna a Sión. La bruma que
cubre todo se hace atractiva al corazón, y el sentimiento de que
todo está a tu alcance te hace sentir infinitamente mejor.
¡Quiero más! Un beso furtivo, el abrazo; el roce que hace que
todos tus nervios se eri(z)en. No es suficiente ¡Quiero más!
Razas de noche que inundan los sentidos, hacen soñar con un
mundo fuerte y con VOLUNTAD de PODER. De la Gehenna a Sión.
Abandonar el Valle de Hinnón por un día, sentirse por encima de
uno mismo, llegar donde TU estás. ¡Quiero más! El cielo está
tan arriba... y resulta que ya lo has pasado. ¿Has visto alguna
vez el camino de baldosas amarillas? De la Gehenna a Sión.
Gehenna, Gedena , Gemela, Geoda, Gema. De la Gehenna a Sión.
Amor sin límite que morirá con la luz del día. ¡Quiero más!
El tiempo pasa y no te aplasta, mis manos se liberan y aran y
labran la Gehenna. Antes valle putrefacto, vertedero de pecados y
escarnio de las Naciones (la nación Tú, la nación Yo, la
nación el resto);
ahora fértil campo de ingenios mecánicos, flores
esbeltas y canes bicefálicos. ¡Quiero más! El tacto y el
olfato; el ojo y el oído se confunden, y dejan paso a la certeza
¡Quiero más! Quiero hacer de la Gehenna el Sión Eterno; que
'inferos' e 'infernos' se confundan; que el limbo recupere lo que
es suyo y el 'cielo' de la hiperconsciencia arda hasta hacerse
humo. ¡Quiero más! Que la Gehenna: Sión. Arena de playa bajo
los pies como el tiempo que se nos escapa. ¿Acaso ya has tenido
suficiente? Yo no, nunca; Fausto que vende su alma sabiendo que
ya no la necesita ¡Lo quiero todo! Porque sé que lo único que
nunca se acaba son las ganas de querer. El pasado nunca fue
mejor, el recuerdo es ceniza del fracaso. De la Gehenna a Sión.
Busca tu número en tu espalda; cuidado no te encorves demasiado;
tus huesos de cristal saltarán en mil pedazos. ¡Más! ¡Ahora!
Rasca el número, bórralo; arráncate la piel a tiras y tal vez
no te reconozcan. ¡Más! G E H E N N A. Mi cara se confunde con
el sol de la mañana. S I O N.
Se hace de
día y ellos han vuelto, y la sangre de mi espalda no cubre el
número mil veces tatuado, marcado a fuego, esculpido en los
huesos hasta alcanzar la médula. Gusanos que se alimentan de
mí. Los canes bicefálicos agonizan y el acero se pudre al sol;
las razas de noche vuelven a las cloacas donde la noche y el día sólo
son muescas en la pared. La Gehenna vuelve a ser Gehenna. Y Sión
está más lejos que nunca; inalcanzable, más allá; el mapa se
hace indescifrable y el camino se anuda sobre sí mismo,
ahogándose. Ves, y oyes; tocas y hueles. Y no me gusta nada de
esto. Vuelve el 'morsus conscienciae', y un dIOS en un lugar
lejano se siente orgulloso de ello. ¿Y aún quieres que hable?
¿Crees que puedo decir algo que me consuele? Difícil trabajo.
Hércules de porcelana acribillado, destrozado bajo los cascos
del tiempo que galopa impasible. Si dejaste atrás el tiempo
ahora no puedes evitar que te adelante; Sión en lo alto del
Cielo. Gloria allí donde quiera que esté y paz en la Gehenna;
paz que es la negación del querer, del hambre, del hombre.
¿Como queréis Tú, Yo , el resto, que diga algo?
Fin de la
tercera parte.
Y el Loco y el Poeta y el Filósofo platicaron durante siglos en aquel lánguido atardecer; unas veces dejándose llevar por el arrullo de las tórtolas sobre las ramas suavemente mecidas por el viento y otras contagiados por la furia de la tormenta...
Y se miraron a los ojos y más adentro; y sus corazones se fundieron en uno. Y cuando por fin se separaron para no volverse a ver (excepto en los pequeños detalles del atardecer, en los remolinos de los ríos y el vuelo de las aves), cada uno se llevó parte de los otros.
Y sólo el Duende fue testigo de lo que
pasó en aquel atardecer que duró siglos...