Las redes han llegado a ser fundamentales, si no lo más importante, parte de los sistemas de información de hoy en día. Forman la columna vertebral de distribución de información en empresas, gobierno y grupos científicos. Esa información puede tomar varias formas. Puede ser notas y documentos, datos para que se procesen en otro ordenador, ficheros que se envían a compañeros, etc.
La mayoría de estas redes se instalaron a finales de los 60 y 70, cuando el diseño de redes era el tópico "estado del arte" de la investigación computacional y de los realizadores sofisticados. Esto dió paso a múltiples modelos de red tales como conmutación de paquetes, redes de área local con detección de colisiones, redes de empresas jerárquicas, y muchas otras tecnologías excelentes.
Desde principios de los 70, otro aspecto de la red empezó a ser importante: protocolos por capas, que permiten aplicaciones para comunicar unos sistemas con otros. Se propuso un rango completo de modelos de arquitectura y varios equipos de investigación y fabricantes de computadores los realizaron.
El resultado de todo este gran saber-cómo es que hoy cualquier grupo de usuarios puede encontrar una red física y un modelo de arquitectura adecuado para sus necesidades. Estos rangos de líneas asíncronas baratas sin otra recuperación de errores que una función de paridad bit por bit, a alta velocidad pero redes de área local distancia limitada.
Esta situación se reconoció tempranamente (comienzo de los 70) por un grupo de investigadores de los EEUU quienes idearon un nuevo principio: internetworking. Otras organizaciones oficiales se involucraron en este área de redes interconectadas, tales como ITU-T e ISO. Estaban intentando definir un conjunto de protocolos, por capas en una familia bien definida, así que las aplicaciones deberían ser capaces de conversar con otras aplicaciones, a pesar de la tecnología de red subyacente y los sistemas operativos donde esas aplicaciones se ejecutan.