Manejo de la David White Stereo Realist (II)
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En la parte superior también se encuentra la rosca para un cable disparador,
al que podemos adaptar un disparador automático para poder hacernos autofotos.
También tenemos la zapata para el flash:
Los flashes de ahora no encajan en la zapata de la Stereo Realist, por lo que hay que poner un adaptador si queremos utilizarlo.
Habrá que hacer una muesca con un cuter para poder introducirlo.
Por la parte de abajo tenemos una palanquita para quitar la tapa de atrás y una rosca para el trípode.
Una vez quitada esta tapa, podemos observar la curiosa "cámara oscura" de nuestra Stereo Realist.
Hay que destacar la rueda dentada del centro, por la que tiene que pasar el negativo en el enganche de la película.
Y la muesca que hay en el fotograma derecho que nos permite distinguir en el negativo/diapositiva la imágen derecha de la izquierda.
Por la parte interior de la tapa tenemos, en algunos modelos, una tabla que nos indica, para cada diafragma, donde hay que poner la rueda de enfoque para obtener la mayor profundidad de campo. Hay que decir que está en pies, no en metros
Creo que no me dejo nada.
Vamos ahora a abordar el gran problema: el revelado de la película. Aquí tenéis una muestra del final de un carrete (similar al comienzo). Si os fijáis bien no hay (o no debería haber) separación entre distintos fotogramas. Eso es porque el hueco de exposición de la película es justo el tamaño de dos fotogramas. Si cuando pasamos la película giramos demasiado la rueda mientras tenemos pulsado el botón de desbloqueo, se nos solaparán las imágenes. Hay que moverlo lo mínimo posible.
Ahí no acaba la cosa. Es justamente esa falta de separación entre fotogramas la que hace muy difícil el positivado. La falta de espacios hace imposible que el revelado de la película, aún siendo de 35 mm., se pueda hacer de forma automática en una tienda de revelado.
Vamos a ver que posibilidades tenemos:
Cuando llevemos a revelar el carrete debemos decir que queremos revelado de la película y segundas copias en automático. Para ello llevaremos una muestra de cómo queremos que nos revelen las fotos (10x15 ó 13x18). Podéis tomar ésta como ejemplo:
Debemos decir que no queremos que nos corten el negativo. Las máquinas automáticas, al no encontrar espacio entre fotogramas pueden cortárnoslos por la mitad. Una vez en casa, cogeremos unas tijeras y cortaremos los bordes sobrantes de cada foto.
Os he de advertir que podéis encontraros con un problema de diferencias de tonalidad. Eso se debe, no al negativo que tiene la misma exposición entre tomas, sino al encuadre de la máquina de positivado, que al coger parte de las fotos de la izquierda y de la derecha puede variar la tonalidad general de una toma respecto a la otra.
Hay una posibilidad que no todo el mundo puede permitirse. Si tenemos un escáner de diapositivas podemos mandar sólo el revelado de la película, escanear una a una todas las fotos y montarlas en una plantilla de dimensiones estándar (10x15 ó 13x18). Luego las metemos todas en un CD y las llevamos a positivar a un centro de revelado digital (de los que cada vez hay más).
Cuando llevemos la película a la tienda habrá que decir que sólo queremos revelado, sin enmarcar. Una vez en casa tendremos que enmarcarlas una a una(tarea nada fácil).
Existen webs (sobre todo en EEUU) donde podemos conseguir marquitos dobles para el formato Realist. Hay también varios tipos de visores con los que podremos disfrutar de las tomas.
Si disponemos de un escáner de diapositivas podemos hacer lo mismo que con los negativos para pedir copias en papel o hacerlas en nuestra propia impresora.
Eso es todo amigos. (Página ¿acabada? el 27 de diciembre de 2001 y modificada el 5 de enero de 2002)
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