Un problema que siempre tenemos cuando queremos hacer una exposición de anaglifos es la cantidad de gafas que hay que tener para que todo el mundo pueda verla.

Ante este problema hay que buscar alguna solución que nos permita no tener que estar siempre al tanto de las gafas que faltan. En esta página trato de enseñaros un sencillo método para acoplar unas gafas a cada fotografía.

Partimos de una tabla a la que pegaremos cuatro escuadras de doble agujero. Cortaremos en plástico transparente tres tiras de tamaño un poco mayor que el ancho del tablero.

A la tira donde van sujetas las gafas (en este caso son gafas de las que fabrica Joaquín Elvira, muy buenas por cierto), se le hace una incisión para poder meter la nariz. También podrían hacerse otras dos incisiones para que las lentes no perdieran luminosidad.

Otras dos escuadras nos permitirán acabar el visor.

En este caso se puede utilizar el mismo material para ver, tanto fotos realizadas horizontalmente como verticalmente.

El resultado es éste: