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Cálculo de Derivadas |
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· 5.7. Derivadas de las funciones trigonométricas y ciclométricas · 5.7.1. Derivada de la función seno En
la deducción de la función derivada de la función seno, el alumno notará
que se hace necesario utilizar la fórmula de transformación de una resta de
senos en producto, así como el hecho de que
¤ “La derivada de la función seno es la función coseno”.
O, si se nos permite “abreviar” para una mayor facilidad mnemotécnica,
¤ “La derivada del seno es el coseno”
Incluyendo la Regla de la Cadena:
Ejemplos:
a) Si
b) Sea
c) Sea ahora
d) Sea ahora
e) Si
f) Si
g) Si
Tal vez alguien, fijándose en el logaritmo neperiano que aquí aparece, podría hacernos notar que hubiéramos podido aplicar, antes de derivar, la propiedad del logaritmo de un producto, con lo que la función hubiera quedado de entrada como
y al derivar hubiéramos tenido:
expresión equivalente a la anterior. No obstante, parece que, en este caso, el proceso de derivación no se ha hecho por ello más sencillo.
h) Si
No obstante, podríamos haber aplicado la propiedad del logaritmo de una potencia, y escribir la función como
con lo cual, al derivarla se tiene:
resultado que claramente coincide con el anterior.
· 5.7.2. Derivada de la función coseno
Haciendo uso de una conocida propiedad trigonométrica, tendremos:
¤ “La derivada de la función coseno es la función seno cambiada de signo” O, con expresión menos rigurosa pero más breve:
¤ “La derivada del coseno es ‘menos’ seno”
Incluyendo la Regla de la Cadena:
Ejemplos:
a) Si
b) Si
c) Si
d) Si
e) Si
f) Sea
g) Sea
Consideramos este ejemplo muy importante y muy representativo para la aplicación de un “consejo” en el que hemos insistido anteriormente.
Si, sin fijarnos más, nos “lanzamos” a derivar la función tal como nos la han dado, vemos que es el logaritmo neperiano de la raíz cuadrada de un cociente, y, como tal función compuesta de otras tres, tendríamos:
En verdad la derivada ha quedado sumamente simplificada. Pero el proceso no podemos decir que ha sido “corto” ni “sencillo”. Al menos creemos que no tan “corto” ni tan “sencillo” como si nos hubiéramos fijado desde el principio que estábamos ante el logaritmo de la raíz cuadrada de un cociente y que, por lo tanto, antes de derivar podríamos haber aplicado las correspondientes propiedades de los logaritmos, obteniendo:
Descompuesta así la función, su derivada será ahora:
Evidentemente, aunque también nos ha llevado “un poco de trabajo”, el proceso de derivación ha sido más “corto” y “sencillo” que antes. En consecuencia, encarecemos al alumno que, ante ejercicios de este tipo, se fije bien en el proceso que le conviene seguir para abreviar y simplificar su trabajo.
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