BRNO 2.005
Nos dispusimos a realizar por aquel entonces el viaje de nuestra vida, no solo era visitar el Gran Premio de Motociclismo, era la planificación y llevar a termino el viaje hasta entonces más lejos y más largo en tiempo que habíamos realizado los cuatro...
Comencemos desde el principio..., los protagonistas, en sentido horario Marisa, yo mismo, Mª José y Manolo.
En aquella época era costumbre cenar y tomar una copa justo la noche antes de la salida, una forma como otra cualquiera de "continuar con el viaje"; como ya saben los que me conocen "para mi, el viaje comienza con la idea" y esta idea ya la llevábamos en mente varios meses...
A la mañana siguiente, bien temprano vamos montando el equipaje en la moto, mientras Celia comparte nuestro madrugón para hacernos las fotos como tantas otras veces...
Y aquí nos juntamos los cuatro, listos para la partida, más de 6.000 km. nos aguardan...
Una vez puestos en marcha, la siguiente parada sería para tomar un bocado en Ca l'Anna (Sant Carles de la Rapita).
Otra parada más en el camino para estirar las piernas...
Parada a comer en Figueres en una Pizzeria catalana que..., desgraciadamente ya no existe.
Atravesando la ciudad francesa de Perpignan nos perdemos, hemos de hacer una parada y poner en marcha el GPS que nos había dejado el amigo Toni para el viaje.
Y por fin, aquel día llegamos a Beziers y en un Campanille de los alrededores paramos a cenar y a descansar del agotador 1er día de ruta...
A la mañana siguiente nos ponemos en marcha y tras unos cuantos kilómetros hacemos una paradita en Codognan para un café noisette...
Pernes-les-Fontaines, cerca de Carpentras..., poco antes de
comer.
Hasta aquí llegamos gracías a nuestra particular habilidad para perdernos, la
salida fue calurosa y costosa, pero al final conseguimos poner las ruedas rumbo
a la dirección correcta.
Para obligatoria, Manolo acaba de ser "picoteado" por una avispa, la petaca era para picotazo no de agradecimiento al insecto...
En otra de nuestras conocidas pérdidas, dándole caña al GPS de Toni. Eran otros tiempos, aún no se habían inventado soportes GPS para moto.
Aquel día llegamos a la ciudad francesa de Albertville, muy cerca ya de la frontera suiza, después de cenar salimos a dar un paseo por las calles, y como es habitual o al menos lo era hace unos años, en cuanto anochecía la gente desaparecía de las calles...
A la mañana siguiente nos ponemos en marcha, y al poco de ponernos a rodar nos aparece a la izquierda el Mont Blanc, impresionante; unos kilómetros más tarde tuvimos que hacer una para parada para fumar y comentarlo...
Acabamos de entrar en Suiza y eso requiere una paradita, en este caso a la entrada de la ciudad de Martigny, nos sorprende la verticalidad de los viñedos...
La siguiente parada ya sería para comer, en este caso en la ciudad de Brig...
Continuamos ruta, dirección al Furkapass, puede observarse el Grimselpass detrás de Marisa...
Y después del Furka, llega el Oberalppass
Aquel día llegamos a la población suiza de Sedrun, donde nos
alojamos en un B&B que estaba muy bien...
Por la noche y como es habitual, anotando los gastos del día...
A la mañana siguiente nos ponemos de nuevo en marcha y como es habitual lo primero empezar por reorganizar el equipaje en la moto, comentar como anécdota que al ir a pagar la habitación por la mañana habíamos interpretado mal el precio..., no era por habitación, era por persona..., ya no nos pareció tan barato, pero seguía siendo igual de xulo...
Y nos ponemos en marcha...
Después de cruzar Liechtenstein como un suspiro, entramos en Austria como quién no quiere la cosa.
Mucho nos costaba avanzar, los kilómetros se hacían eternos, el tráfico era impresionante, a estas alturas estábamos hasta el gorro...¡¡¡
Llegada al camping de Zell am See. Ni que decir tiene que antes de encontrarlo nos perdimos unas cuantas veces.
Hay que controlar el gasto, estamos al principio del viaje..., aquí cenando como podemos algunos productos nuestros y otros del lugar, como la cerveza...
Después de la cena, un cafetito en el bar del camping, una densa niebla comenzaba a cubrirlo todo
Toda la noche lloviendo trae consigo estas consecuencias..., Manolo hasta tuvo que cambiar la tienda de sitio si no se ahogaban.
Después de recolocar las tiendas y desayunar, nos disponemos a irnos a Salzburgo. La mañanita promete.
Y nuestro paseo "salzburgues" comienza con la "guía" de Sisi.
Y tanto paseo nos dio el hambre suficiente como para hacer un alto en el camino, y papear...¡¡¡
Y ahora por el río Salzach
Sacándole partido al lluvioso día "salzburgués".
En la casa natal de Mozart, el único sitio donde no llovía.
De vuelta al camping, haciendo lo que mejor sabemos hacer..., beber cerveza, la niebla comienza a bajar otra vez.
Al día siguiente esperando al bus que nos subiría apenas unos
centenares de metros hacia la cuevas de hielo Eisriesenwelt.
La mayor parte de la subida a las cuevas se hace a pie. Y como se puede observar
la lluvia no nos abandona.
Un buen paseo de subida desde el autobus hasta el funicular, la niebla nos impide ver el paisaje que s'extiende hacia abajo de nosotros.
Y después de mucho mucho subir, llegamos al funicular.
Si hubiera sido un paseo, seguro que hubiésemos tenido frío, pero como fue todo hacía arriba, arriba, arriba y más arriba, solo sudábamos...¡
Por aquí rondábamos los 2.000 metros de altitud.
En la entrada de la cueva de hielo...
En el interior de la cueva, donde hacía un frío que pelaba,
claro..., es de hielo, y cada rayita de la pared se supone que es un año, había
cientos de ellas.
Las fotos había que hacerlas deprisita y con disimulo, ya que estaban
prohibidas.
Un buen rato después terminó la visita de la cueva, comenzaba
la bajada por el mismo sitio por el que horas antes habiamos subido.
La niebla comenzaba a levantar.
A mitad de camino en la bajada, un restaurante que nos viene de perlas para comer, más vale tarde que nunca.
Y mientras nosotros las pasábamos putas subiendo y bajando el Grobglockner, ellas se hacían fotos a orillas del lago donde estaba el camping.
Esta es la única foto que pudimos hacer de la ruta al Grobglockner, en su cima.
Viendo la foto podemos hacernos una idea de lo que supuso la bajada
Al día siguiente llegábamos a la frontera Checa.
Al final llegamos a la ciudad checa de Znojmo, no sé porque
nosotros le llamamos "zojimo".
Unas cuantas vueltas para encontrar habitación y luego una estupenda cena que la
camarera se curró de lo lindo, no hablaba nada de inglés y nosotros nada de
checo. La primera ciudad del "este" que visitábamos y la verdad sea dicha...,
nos impresiono...!!!, años después es una de las ciudades que más comentamos
cuando nos reunimos. Calles bacheadas a tope, ausencia de semáforos, parque
móvil de más de 40 años, avenidas enormes, estatuas de tiempos pasados, casas
que se caen a pedazos...
Y a la mañana siguiente llegamos a Brno y hacemos una entrada
triunfal, vamos que nos perdemos como es costumbre en nosotros mismos.
Brno tiene un lago enorme pegado a la ciudad, y en él hay tres campings,
encontrar el lago nos costó lo suyo, y los campings para que decir..., eso si,
una vez los encontramos salimos huyendo de ellos, jamás he visto en mi vida
campings peor acondicionados y caros..¡¡¡ los aseos me recordaban los de
Auschwitz y olían peor.
Algo desilusionados y después de haber perdido toda la mañana buscando un camping decente, nos dejamos guiar por el instinto (y por una indicación que ponía Camping Alpha), y lo acertamos, aún pudimos pillar un bungalow libre para los cuatro.
Ellas en la puerta del bungalow del camping de Ostrovacice.
Definitivamente fue un mal día. Salimos de Znojmo para
recorrer los 100 km. que nos separaban de Brno, un chubasco imprevist nos caló
hasta los huesos
Llegamos a Brno y tardamos toda la mañana en encontrar los dos jodidos campings,
para al final tener que descártalos y buscar otro. Salimos hacia Praga y en
mitad de la autopista (lugar de la foto) nos encontramos con un atasco de una
hora y media por un accidente (pedazo accidente, la verdad). Llegamos a Praga
con varias horas de retraso sobre lo previsto y el hotel que teníamos localizado
estaba completo, y los de alrededor también, ya casi de noche encontramos un
B&B, en conclusión todo un día perdido.
Después de todo el stres acumulado durante todo el día nos las habíamos ganado. Por cierto en esa pizzeria de diseño en Praga, cada cerveza 0'80 €.
Una primera visita nocturna al Puente Carlos, para comprobar que entre otras cosas la fotografía no es lo nuestro. Hacía frío ehhh...¡¡¡
Visto que la fotografía no es lo nuestro, nos metimos en un garito muy próximo al Puente Carlos y nos hicimos unos cubatas..., en Praga...¡¡¡
A la mañana siguiente de un día nublado, nos disponíamos a "praguear" todo lo posible. Aquí desde la habitación del B&B.
Esperando al tranvía que nos subiría hasta las inmediaciones del Castillo.
La Catedral de Praga, San Vito. Y como casi todas..., en obras.
Atestado de turistas.
Praga desde arriba...
Grupo de Jazz auténtico en el Puente Carlos.
Y no podía faltar una foto de Praga en el reloj astronómico.
Marisa añadiendo un poco de cordura a la composición.
Por la tarde abandonamos Praga y volvimos al Camping de Ostrovacice, aquí dentro del bungalow prestos a dormir, siempre hay algún alma incordiadora...
Al día siguiente nos acercamos a la cercana ciudad de Bratislava, capital de Eslovaquia.
Ciudad que nos sorprendió gratamente, por su aspecto moderno,
limpieza, ambiente cultural y unas ganas locas de quitarse el pasado de encima.
Por si alguien no se ha dado cuenta, las dos estatuas del medio son Marisa y Mª
José..., coño, por si acaso.
Parada a comer, protesta por el goulash, se pone perdida la camiseta..., todo menos soltar la cerveza de la mano. Ahora que los macarrones con chocolate de Marisa...
Después de tan particular comida continuamos con el paseo..., un Danubio bastante crecido, detrás de nosotros.
El
Danubio desde la otra orilla.
Un descanso en el parque, a orillas del Danubio..., andar andan..., pero andan poco.
Trampantojos en Bratislava..., la fachada está pintada.
En una plaza cualquiera, en un banco cualquiera...
De souvenirs por Bratislava.
Toda la ciudad estaba invadida por vacas parecidas a esta, pintadas con los más diversos colores y motivos.
De vuelta a Brno..., y "pivo" para los cuatro.
No hubo forma de encontrar una señal indicativa en la entrada de la ciudad, así que tuvimos que conformarnos con una del interior de la misma.
A la mañana siguiente nos acercamos al circuito.
Pablo me insistió tanto..., que como me iba a negar, el pobre necesitaba darse a conocer.
Yo sé de uno, que esa noche le salieron al menos un par de granos más...
Toni y Marisa, a pesar de las gafas de sol, sabemos quienes
son
"Il Doctore" no hubo forma humana de que pudiera acercase a nosotros..., y mira que lo intentó ehhh...¡¡¡
Si es que no podía atenderlos a todos, al pobre Capirossi apenas pude prestarle atención.
Pedazo de abrazo me dio nada más verme..., como nos aprecia..., gracias Jorge.
De vuelta del circuito al Camping, haciendo patria en la puerta del bungalow..., fuimos felicitados por muchos de los campistas alemanes que llenaban el recinto campista.
Y después de un día de circuito, que mejor que cenar de esta guisa en las carpas que ponían en Ostrovacice.
Por la mañana haciendo turismo por la ciudad de Brno...
Se estaba organizando una fiesta local, Marisa con una chica vestida con el traje regional.
Una ciudad con mucha vida, con algunas grúas..., aquí en la plaza principal de la ciudad.
Me recuerdan los cubos de basura de "Don Gato", en una calle cualquiera de Brno.
Al fondo la Catedral de Brno, ¿San Petrus? creo.
Una vista de la ciudad desde una de las torres de la Catedral..., y desde el otro lado...
También los restos de una central abandonada en medio de la ciudad.
Al día siguiente de vuelta a hacia casa, hicimos noche en Sankt Peter in Holz,
muy cerca de Spittal An Der Drau.
Aquí en una agradable cena después de todo un día de moto bajo la lluvia checa y
austriaca, algún problema tuvimos para encontrar alojamiento, pero al final
tuvimos suerte, como casi siempre.
La mañana siguiente parecía que se presentaba igual que la anterior, detrás el B&B donde habíamos pasado la noche.
La mañana se iba arreglando conforme iba transcurriendo..., entrando en Italia.
Una parada cualquiera de avituallamiento por algún lugar de Italia, camino del Stelvio.
Paradita a fumar, justo en el desvío hacía el famoso puerto.
Y llega un momento en el que no podemos continuar, una barrera nos lo impide..., hasta dentro de una hora. Así que nos lo tomamos con calma.
Arriba, arriba, arriba...
Un alto en el camino...
Arriba del todo...
Después de haber pasado la noche en Tirano, al día siguiente continuamos camino empezando por el Bernina.
En lo alto del Bernina espectacularidad al 100%, con los dos glaciares al fondo y su laguito y todo todo todo.
Saint Moritz pegado a este lago..., igual que Marisa.
A veces uno se encuentra con extraños compañeros de viaje.
El Paso del Spluga, quizá el más difícil y peligroso de todos.
Posiblemente tenga el lago más bonito de todos los que vimos arriba en los puertos.
Nos los cruzamos en el Spluga y en San Bernardino, impresionantes..., los dos en la misma Vespa; y no bajarían del 1'80 ninguno de los dos.
Y llegamos a Andermat, conseguimos este hotel..., no sin cierta dificultad.
Cualquier rincón de Suiza es encantador. Seguimos en Andermat antes de la cena..., ¿no sé nos nota la carita de hambre...?
Poco a poco nos vamos acercando a casa, pero aún hicimos una paradita en el Lago Leman.
Paradita de avituallamiento a orillas del lago Leman, eso si..., en el lado francés..., mucho más económico.
Por la noche, haciendo los deberes en Annemasse.
Nos costó encontrar alojamiento, pero en esta ocasión un Campanille nos vino de perlas.
Al día siguiente llegamos a Carcassonne.
Unas cervecitas por la noche..., serían las últimas en "tierra extraña".
Decidimos entrar en España por Port Bou, la carretera una viguería, el paisaje..., sin comentarios
Paradas para gasolinear y para comer en Torredembarra, con un calor asfixiante...
Parada en el Delta de Ebro para un cigarrito y estirar las piernas y el viaje que va terminando...
Y 18 días después regresamos a casa, continúan las obras en la calle..., y a nosotros tardarán muchos días en que se nos vaya la sonrisa de la cara.
Y esto es to, esto es to, esto es todo amigos.