Manolo, Juan y yo..., fotiendo, en una parada tecnica (almorzando) por las inmediaciones de Tarancon.

Que tiempos aquellos..., para la lírica serian malos, pero la moto..., cojonudos.

Testimonio de nuestra llegada..., después de una densa niebla de Madrid a Tordesillas. Y para que nos vamos a engañar..., frio de cohones.

Y este par de dos, pensaban que la tienda se montaba por el arte de Birlibirloque.

Una jaima del desierto en el medio de una pinada en Castilla. No solo transmite sensación de frio..., que coño..., los grajos iban a gatas aquel día.

Haciendo patria, inauguración oficial de nuestra Senyera.

Quién nos hubiera dicho años después que habria de recorrer casi toda España y más de media Europa.

Ahh, cuanto tiempo de mi "susi", que bonita me parecia entonces (y ahora) y que mala me salió. Si la aguanto un año más, termina arruinandome.

Una guzzi de la época, tuneada a tope.

Menudos callos debería de tener el colega en cuestión donde la espalda pierde el nombre.

Además de la obra de ingenieria, que tenia tela para entonces, me llamó l'atención que la rueda delantera fuera de coche. Y el diseño del "sidecar".

Poco a poco se va llenando la zona de acampada.

La verdad es que con este parking no había "pá ná".

Lo mio nunca ha sido la fotografia..., del montaje ni hablamos.

La plaza de Tordesillas comienza a ocuparse de motos y más motos.

La vuelta, Manolo un año después de Jerez..., seguiría fiel a sus cuerdas para atar el equipaje.