A partir de este momento en el viaje se operarían ciertos cambios muy significativos (a mejor) y que serían de agradecer.
Hasta llegar a Antalya el trafico había sido siempre intenso y a veces muy intenso, llegando a agobiar en alguna ocasión, esto iba a cambiar drásticamente a partir de ahora, convirtiéndose en un tráfico mucho más racional, a veces incluso llegando casi a desaparecer..., hay que tener en cuenta que en Turquía no se conduce de una forma lógica..., si a esta conducción caótica le sumas una densidad de tráfico bestial, la tensión puede ser agotadora.
El otro gran cambio que iba a suceder, tiene que ver con el turismo..., hasta Antalya incluida, los visitantes en las ciudades resultaba apabullante, turismo turco, pero también mucho turismo alemán, inglés, holandés, belga (no, españoles no), haciendo que las visitas a las ciudades fueran a veces insoportables, a partir de ahora "los giris" iban a desaparecer como por encanto, los únicos turistas que se verían serían turcos, árabes o algún raro aventurero como nosotros...

A la mañana siguiente, partíamos de Antalya en dirección Anamur, a pocos kilómetros se encuentra el Anfiteatro de Aspendos, uno de los objetivos del viaje, y donde realizaríamos una parada para visitarlo...
El Anfiteatro de Aspendos s. I d.c., a 45 km de Antalya, es uno de los mejor conservados del mundo romano. Hace 10 años cuando estuvimos por Turquía, por imposibilidades del viaje lo dejamos en el tintero..., en este viaje no queríamos perder la ocasión de visitarlo, a pesar de ser temprano por la mañana ya habían numerosos visitantes.
El Arquitecto Zenón no solo construyó el Anfiteatro de Aspendos, a pocos kilómetros del mismo se encuentra un puente que cruza el río Euromedonte, la particularidad de se puente se encuentra en que está construido en zig zag para poder soportar las avenidas del río..., también lo vistamos...

Partimos de la zona de Aspendos con dirección a Anamur y nos sorprende el poco tráfico, la carretera va pegada a la costa, vamos pasando por playas desiertas interminables, algunas protegidas para el desove de las tortugas, a veces la carretera tiende a meterse unas decenas de metros por montes de pinos, pero el mar nunca se deja ver, creando un paisaje de verdadero encanto, alternándose playas, acantilados y pinos..., muchos pinos.
Una parada para fumar y ver paisaje...
Y los contrastes, si miras a un lado se ven estos magníficos bosques..., con el azul del mar al fondo...
Pero si te asomas un poco..., ves estos vertederos que estropean la vista y el bosque...
Entre visitas y paradas se hizo la hora de comer..., paramos en un bar pegado a una playa desierta, en el bar un par de "navegantes alemanes" despotricaban sobre el tamaño de la pesca conseguida, con la amabilidad turca acostumbrada una chica/camarera nos ofreció una mesa para comer...

Y donde nos ofrecieron una típica comida turca, he de comentar que como no estoy acostumbrado a sus sabores (y me gustan), aunque repetí muchas veces a lo largo del viaje no me cansé en absoluto..., consciente además de que tardaremos mucho a volverlos a probar en cuanto termine nuestro viaje...
Esa especie de albóndigas chafadas, están hechas de carne cordero (kuzu), pican un poquito y están buenísimas. Como a Marisa el cordero no le va, ella se pedía pollo (tavuk), que suelen servirlo a modo de pincho, no pica y está adobado a la turca.
La cerveza de 0'50 l. aunque no lo parezca también es típica turca, EFES. De fabricación turca, a veces difícil de encontrar, pero muchísimo más fácil que hace 10 años. 5º y de sabor similar a nuestra San Miguel o Mahou 5 estrellas.
Con té turco (Çay, se pronuncia chai) incluido, la comida saló por unas 50 liras (unos 8 €)
 

Llegamos a Anamur y no encontramos un hotel que fuera de nuestro gusto, como he comentado antes, el turismo había descendido de una forma exagerada, eso lleva que también hay menos infraestructuras, decidimos seguir hasta el pueblo siguiente Bozyazi y probar suerte, aún era temprano..., no llegamos al pueblo, dos o tres kilómetros antes de llegar nos encontramos con el Hotel Nagidos, con playa y piscina..., y no nos lo pensamos...
 

Después del correspondiente baño relajante en la piscina, nos fuimos a dar un paseo por la playa, el día había estado bien completo y había sido magnifico, Aspendos y su puente, paisajes encantadores, buena carretera, ausencia de tráfico, buena comida y buen hotel..., ¿que más se podía pedir?
El paseo nos llevo a un restaurante a la orilla de la playa y con un mostrador de pescado como el de Pergamo..., nos miramos Marisa y yo..., y nos quedamos...
La cena estuvo genial...



A la mañana siguiente nos pusimos de nuevo en marcha, por una estupenda y solitaria carretera y con unas vistas de ensueño nos dirigíamos a Adana, como ciudad de paso...
A lo largo de los kilómetros por carreteras turcas, es muy frecuente encontrarte con estas imágenes, se distinguen a lo lejos e incluso algunas llevan luces azules y rojas intermitentes en el capó, cierto que cuando la ves por primera vez te pones en guardia..., pero solo la primera vez...


Aún me resulta curioso las gallinas y gallos en la gasolinera..., por lo visto también despertamos su curiosidad.

Adana, la quinta ciudad más poblada de Turquía con más de 2.000.000 de habitantes, y Hermanda con Córdoba ciudad grande y dinámica y con un trafico caótico en su centro y alrededores, llegamos como es habitual hacia mediodía y el caos era tremendo, intentamos localizar el hotel por nuestra cuenta y craso error, entre el calor y desmadre automovilístico y demás vehículos hacia la labor imposible, volvimos a recurrir al taxi y otra vez nos salió a la perfección, Marisa dentro del taxi y yo detrás en pocos minutos nos dejó en la puerta del Hotel Divan Adana, un estupendo 5 estrellas en el centro de la ciudad con piscina y parking incluidos, por 70 €.
Después de cambiarnos y ponernos de veraneo, salimos a dar una vuelta y en ella me dio un pequeño "jamacuco", el calor, de repente me moría de sed, comencé a marearme, hasta el punto de parar en una tienda-kiosko y beberme 3 botes de coca cola seguidos y comerme un paquete de patatas fritas con ansiedad...., mientras la gente caminaba con prisa por nuestro alrededor..., fue media hora chunga, aún no sé si sería un bajón de azúcar o un golpe de calor...
Ya repuesto, nos pusimos a dar buena cuenta de la ciudad..., lo primero que se ve en la ciudad es la Gran Mezquita de Sabanaci, construida recientemente (1998)


Y como era visitable, pasamos al interior y donde tuvimos que aguantar a un pesado busca vidas, nos costó largarlo...


Continuamos nuestro paseo por Adana y llegamos al Puente de Piedra construido en el s. IV, sobre el río Sheyhan, y desde el que se veía una bonita panorámica de la Mezquita Sabanici


Intentando aprovechar las ultimas luces del día llegamos a la Mezquita Yag Camii, s.XVI en el barrio histórico..., pero esta no era visitable...


 
De vuelta hacia el hotel, la vi y pensé, el que no se consuela es porque no quiere, IMAGINACIÓN AL PODER...
Estábamos cansados, y aquella noche cenaríamos en el hotel.
Bien es cierto que Adana se merecía mucho más tiempo de visita, la ciudad y los alrededores lo valen, pero el tiempo transcurría impasible a nuestras emociones de viajeros...

Abandonamos la ciudad la bulliciosa y caótica ciudad de Adana un poco con la sensación de habernos sabido a poco, quien sabe, quizá volvamos algún día.
Y pusimos rumbo a lo que iba a ser otro de los objetivos importantes del viaje...
El destino era la pequeña ciudad de Kahta, cuyo único rasgo destacable es que se encuentra cerca del Nemrut Dagi, y desde la que se organizan excursiones a la excavación...
La carretera iba a cambiar drásticamente, si bien hasta ahora había transcurrido entre montañas y mares, ahora el mar lo dejábamos atrás y las Montañas del Taurus que durante tantos kilómetros nos habían acompañado también las dejaríamos..., entrábamos en la Llanura de Anatolia, un paisaje completamente distinto, yermo, blanco y amarillo, ganado ovino y aún menos trafico, lo único bueno...
También fue en esta carretera cuando más cerca pasamos de la frontera Siria, apenas 50 km.
Una anodina carretera poco transitada nos lleva hasta la pequeña ciudad de Kahta, antes de llegar elegimos por Booking uno de los únicos hoteles que figuran en la ciudad, el Nemrut Kommagene Hotel, de los dos era el que mejor puntuación tenia y además organizaba excursiones a Nemrut Dagi y eso nos interesaba...
 
Llegamos al hotel cerca de las 14'00 h. interesaba llegar lo antes posible, ya que se supone que las excursiones al Nemrut se hacen al atardecer o al amanecer, habría que intentar aprovechar la del atardecer a ser posible.
Nos presentamos en la recepción del hotel, algo cutrecilla, nada que ver con lo que habíamos estado ocupando hasta ahora...
Nos recibe el recepcionista/dueño del hotel, le indicamos que hemos reservado por Booking una habitación, ante lo que no puso buena cara. Nos da la llave y nos dice que a las 15'00 h. sale una excursión hacia el Monte y que estábamos a tiempo de reservar un par de plazas..., le decimos que si..., el tiempo apremiaba...
Subimos a la habitación..., nada que ver con lo que habíamos disfrutado en el viaje, pero era lo que había, cierto que tenia cierta curiosidad, toda era de madera, suelo, paredes, techos, pasillos, recepción, aseos..., todo madera, resultaba curioso aunque algo abandonado, nos hicimos una idea sobre las antiguas casas otomanas de madera, esta la habían aprovechado para hacer un hotel...
El tiempo apremiaba, teníamos que comer, desde el desayuno sin nada en el estomago, en Booking ponía que tenia restaurante, le preguntamos y primera en la frente, no tiene restaurante, salimos a buscar uno por las proximidades y todo cerrado ¿será posible?...!!!
Al final en una especie de tienda kebab nos comimos algo que preferimos no averiguar que era con una coca cola, y con eso deberíamos de aguantar hasta la cena.
Pronto llegó una Ford Transit grande, y después de una espera no muy larga en el parking del hotel, subimos todos los 9 pasajeros a la furgoneta bien equipada...
 
La excursión consistía en algunas visitas menores a excavaciones y próximas a Nemrut, y aunque algunas resultaron curiosas, en realidad eran no eran más que una excusa para hacer tiempo para llegar al atardecer a la montaña (Dagi en turco), en cualquier caso tampoco está mal, son ruinas que de otro modo pasarían inadvertidas...
La primera parada la hacemos en Karakus Tumulus, es un monumento funerario dedicado a la Reina Isias y a las princesas Antiochis y Aka I de Commagene, construido por Mitriades II en el 20-30 ac.
Karakus significa "pajaro negro", el túmulo recibió este nombre por el águila que se encuentra en lo algo de la columna que nos recibe a modo de entrada...
El monumento funerario está rodeado por unas columnas de 9 metros de altura, en las que se encuentran grabados un león, un toro y un águila, con unas inscripciones que indican que es una tumba real que acoge a tres mujeres.
El terreno que rodea la excavación es tremendamente árido, al fondo puede verse un ramal del Embalse de Ataturk, el más grande de Turquía.
La siguiente visita sería al Cendere Köprüsü o Puente de Septimio Severo, sobre el arrollo Chabinas.
El puente Antenor a Semptimio Severo, él fue quien lo restauró en el s. II dc.
Con más de 100 m. de longitud, una altura de 34 m y una anchura variable entre los 3 y 4 m. ha sido utilizado hasta no hace muchos años para el transporte habitual, de hecho una carretera asfaltada abandonad entra y sale de él.
Se encuentra en uno de los parques nacionales más importantes de Turquía, y en 1.997 fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO., desde entonces solo está permitido el paso a vehículos inferiores a 5 t.
Muy próximo a él han construido un puente moderno, por donde transita el tráfico habitual.
 
La siguiente visita fueron a las ruinas de la antigua ciudad de Arsameia, fundada por el Rey Arsames frente al antiguo castillo de Kahta.
En esta excavación apenas vimos la entrada, había una subida importante monte a través hasta llegar a la cima..., y decidimos reservar fuerzas...
Aún quedaba una última parada antes de llegar a Nemrut Dagi, en un cañón, quizá en otro momento hubiera estado bien, pero a estas alturas carecía totalmente de interés, y tampoco era espectacular..., es lo que había. Desconozco el nombre del cañón y del río que lo atraviesa...
 
Y por fin llego el momento y el minibús pone rumbo hacia el destino final del día y nuestro objetivo, Nemrut Dagi..., comienza una ascensión importante con tramos de gran desnivel, la carretera adoquinada en la que se sienten sus irregularidades a pesar de los mullidos asientos, algunas curvas en plan "tornatis" nada simpáticas, cada vez me alegro más de no haber elegido una excursión que nos llevara...
Muchos minibuses en el parking y muy pocos vehículos particulares, accedemos al interior del vallado, los del hotel se hacen cargo de las entradas..., subimos a otra furgoneta adaptada para el transporte de pasajeros y comienza una subida con un importante desnivel, 1 km..., y nos abandona a nuestra suerte...
Miramos hacia arriba donde algo parecido a una escalera en la montaña nos invita a subir, lo que venimos a ver se encuentra arriba del todo..., a 2.150 m. Nos comentan que son solo 600 m. pero vistos desde abajo asustan..., comenzamos la ascensión, poco a poco, rápidamente nos damos cuenta de nuestro nulo estado de forma, nos consuela ver que no somos los únicos que ralentizamos el paso, incluso más jóvenes que nosotros necesitan pararse..., ánimo...!!!
Por fin llegamos arriba..., el espectáculo a nuestro alrededor impresiona....
Al fondo, muy lejos se aprecia la Presa de Ataturk
Pero si nos damos la vuelta nos encontramos con esto...!!!
Las cabezas de Antioco I, de Heracles Artagenes y la del Dios Aguila persa..., que antaño estuvieron en sus tronos
Nemrut Dagi o "Monte Nemrut", se encuentra el Túmulo de 50 m. de altura que mandó construir para si mismo el Rey Antioco I Theos de Comagene, en el s. I a.c.
Esta montaña es Patrimonio Mundial por la UNESCO desde 1.987
El Rey Antioco I
Según se le va dando la vuelta al Túmulo, aparecen otras terrazas con más restos, más cabezas, más detalles..., dioses griegos, armenios, persas...
Ahora lo veremos con más detalle...
Con algo más de detalle...
Cabeza de Apolo
Cabeza de la Diosa Kommagene
Heracles Artagnes
Esculturas
Con detalle...
Y por último, uno de los aspectos más tradicionales en la visita de a la Mausoleo del Rey Antioco I, observar la puesta de sol, realmente magnifica...!!!
Los numerosos visitantes nos sentamos para observar desde la Terraza Oeste como el sol se oculta entre las montañas...



 
  
Como se puede suponer la bajada hasta el parking donde nos esperan las furgonetas adaptadas se hace con la poca luz del atardecer, pero como es de bajada se hace con rapidez y sin ningún tipo de peligro o riesgo, quedaba la luz justa para llegar..., una vez dentro del vehiculo, ya era noche cerrada... (todo calculado)
Llegamos al hotel entorno a las 21'00 h. y como era de suponer continuaba todo cerrado ¿que extraño?, por suerte cerca había un supermercado donde compramos para improvisar una cena en la terraza del hotel, el día había sido duro, estábamos cansados y no tardaríamos esa noche en irnos al sobre...
A la mañana siguiente llega la hora de las "liquidaciones" la habitación y la excursión..., el propietario del hotel nos pregunta:
- ¿por cuanto habéis contratado por Booking la habitación?
- 26 €
- ¿Cada uno?
- No los dos, la habitación completa
Se le descuadra la cara..., ya no la puso muy buena cuando le dijimos que habíamos reservado por Booking, pero ahora con el precio casi se viene abajo, pero no hay que preocuparse por él, con la excursión se resarció ampliamente..., 30 € por persona, que si bien para nosotros no es mucho dinero, para ser Turquía se pasó varios pueblos de frenada..., en fin, "lo que no va en llantos va en suspiros"...
Estoy completamente convencido, de que si no hubiéramos reservado por Booking, la habitación no hubiera bajado de 80 €, el único hotel del pueblo más próximo a Nemrut Dagi.
Marisa y yo valoramos la posibilidad de continuar camino hacia el Lago Van e introducirnos en el Kurdistan turco, analizamos los días que íbamos a emplear en ello, ida y vuelta hasta el lago, más las visitas pertinentes nos serían menos de 5 días, eso significaba apurar mucho el periodo de vacaciones, cualquier contratiempo por pequeño que fuera nos obligaría en el mejor de los casos a correr..., llevábamos un viaje muy tranquilo..., quizá para la próxima vez...
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