2.5 Aceros inoxidables y refractarios.
Los aceros
inoxidables se seleccionan por su excelente resistencia a la
corrosión. Todos ellos se caracterizan por contener un
mínimo del 12% de Cr, lo que permite formar una delgada
película superficial de óxido de cromo, muy estable
e impermeable, que evita el posterior contacto del acero con
el ambiente agresivo.
Estos aceros
se clasifican en cuatro grandes grupos, basados en la estructura
cristalina y mecanismo de endurecimiento utilizado. Algunos ejemplos
de los utilizados más comúnmente se recogen, junto
a sus principales aplicaciones, en la tabla 13.4, discutiendo
brevemente en este apartado los tres primeros grupos de aceros
inoxidables ferríticos, martensíticos y austeníticos.
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- Tabla 13.4. Principales propiedades mecánicas
y aplicaciones típicas de aceros inoxidables.
Los aceros inoxidables ferríticos
son esencialmente aleaciones binarias hierro-cromo que contienen
de un 12 a un 30% de Cr. Se denominan ferríticos toda
vez que su estructura permanece en su mayor parte ferrítica,
cúbica centrada en cuerpo correspondiente al Fe a, en condiciones normales de tratamiento
térmico. El cromo, tal como se observa en la figura 13.16,
tiene la misma estructura cristalina que el hierro, extendiendo
la región de fase a y suprimiendo
la región de fase g. Como resultado
se forma un bucle de austenita que a partir del 12% de Cr desaparece
completamente. Estos aceros inoxidables son relativamente de
bajo coste y presentan una buena resistencia mecánica
y moderada ductilidad derivada del endurecimiento por solución
sólida y por deformación, no obstante, la presencia
de carburos precipitados en estos aceros disminuye en alguna
medida su resistencia a corrosión.
- Figura 13.16. Diagrama de fases hierro-cromo.
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Los aceros inoxidables martensíticos
son igualmente aleaciones que contienen del 12 al 17% de Cr,
pero es este caso con suficiente carbono, del 0.15 al 1%, que
les permite por el efecto gammágeno del carbono, obtener
estructura martensítica al enfriar estos aceros desde
el estado austenítico. Puesto que la composición
de los aceros inoxidables martensíticos se ajusta para
optimizar resistencia y dureza, la resistencia a la corrosión
es relativamente pobre comparada con los aceros de los otros
grupos.
Los aceros inoxidables
austeníticos son esencialmente aleaciones ternarias
Fe-Cr-Ni que contienen entre un 16 y un 25% de Cr y desde un
7 a un 20% de ni. Estas aleaciones se denominan austeníticas
debido a que su estructura c.c.c., figura 13.17, corresponde
a la de la austenita del acero estabilizada por el contenido
en níquel que recordamos es un elemento gammágeno.
Esta estructura permite la elevada conformabilidad que poseen
estos aceros. En la tabla 13.4 se recogen las propiedades y aplicaciones
para diferentes tipos de estos aceros.
- Figura 13.17. Microestructura del acero inoxidable
austenítico AISI 304.
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Los aceros inoxidables austeníticos
tienen normalmente mejor resistencia a la corrosión que
los ferríticos y martensíticos, ya que se evita
la formación de carburos precipitados. Sin embargo, si
estos aceros son calentados o enfriados lentamente desde altas
temperaturas, a través del rango de 900 a 500°C, se
produce una difusión de carbono hacia borde de grano que
al combinarse con el cromo de las inmediaciones para formar carburos,
disminuye el contenido de cromo en una estrecha franja inmediata
al borde de grano produciendo una susceptibilidad a la corrosión
intergranular. Esta dificultad puede evitarse descendiendo al
máximo el contenido en carbono, por debajo del 0.03%,
lo que reduce la migración del mismo al borde de grano,
y añadiendo elementos como el V, Ti o Nb, formadores preferenciales
de carburos, que impidan la combinación del cromo con
el carbono.