Y tu me cuentas que me dirán que la vida se va a terminar, que hoy nadie me viene a buscar. Y me dices "Tu sólo piensa en mí". Sentí llamar y no quise abrir. Abrí la puerta y no estabas ya. Ahora me siento mal.
A mi algo me falta. Sin darme cuenta hablo en voz alta. Y me quedo parado esperando un milagro. Con tenerte a mi lado me quedo pagado, mirando la luz plateada que llevamos en la mirada. Mi cara sonríe todavía pensando en aquel día.
Hasta la noche me da la razón, y después hay mañanas en las que es mejor silbar, pero que nadie lo oiga más que tu y yo.
Mira mi ojo derecho, niña, y mira que hay en él. Por las cosas que me dices veo las cosas mucho mejor. Y es que tienes ojos de halcón cuando hablas de amor. Y si me porto bien, luego me rozarás otra vez. Contarás las noches largas como serpientes, y por la mañana llamaré a la puerta y nos esconderemos.
Y por las noches jugaremos a lo de siempre, en mi casa y en la tuya. Las casas no se han hecho para vivir. Mi casa yo la he hecho para ti.
Recuerdo de un concierto rebelde
Me paso el día encerrado y las sombras bailan en mi corazón. Las estrellas me alumbran cuando empiezo a despertar. Ya no tengo el poder, se marcha con la luz, perdí mi última oportunidad. Ya se acerca el alba, se que con ella se irá el placer de una dulce virginidad. Me caigo de sueño y no me dejas dormir. Llevo noches así, pero cada día me enamoro más de ti. Sólo tú serás mi almohada.
El ardor de tus miradas y tus labios me emborrachan. Tu enciendes mis mañanas con tu ardiente amor. Y aún llevo muy dentro de mí la noche en que te conocí. En la luna de Valencia, yo me enamoré de ti. Yo se que nunca olvidaré que bajo la luz de la luna yo te amé. El corazón con el corazón me recuerda aquel momento en que yo te di mi amor.
Yo siempre intento buscar la palabra correcta pero necesito saber si mis dudas son ciertas. No me hagas preguntas para las que no tengo respuestas. Jamás me hagas preguntas si tienes miedo de las respuestas.
En mi alma llevo tatuadas una rosa y una cruz, lágrimas de eternidad, de rabia y de lamento. Estoy cansado de vivir en una jaula como un animal, y tu eres un pájaro que en cualquier momento puede echar a volar. Vuela muy alto, pero te voy a alcanzar.
Oigo tu voz rota de tanto llorar, mojo estas líneas con la soledad. Corriendo y empujando me fui hacia la puerta, creí que la calle estaba desierta... y allí estabas tu, vestida de azul.
Si fueras emperatriz sería tu soldado. Traería ante tus ojos el Santo Grial. Eres mía aunque no estés a mi lado, noche y día eres mi ilusión. Eres mía, me basta con tenerte en mi corazón. Soy feliz cuando estás dentro de mí.
Nuevos recuerdos ilegales. Un día bebiendo con Jorge Martínez, hace ya muchos, demasiados, años.
Recuerdo cuando llegué a ti, mujer sin rostro. Recuerdo mis recuerdos, sólo enfermedad. Cuando era crío, vaya una mierda, lo consiguieron, me jodieron bien. Cansado de luchas solitarias, oigo aun sonar las alarmas de los bancos. No hay escaparate que se resista, la policía con dolor de estomago. Delincuentes juveniles ayer, hoy solo hombres peligrosos.
Si crees que la calle cuidará de ti, te romperán el cráneo en la esquina. Vente con nosotros... vamos a buscar líos. Ya no hay reformatorios, no seremos arrestados. Así se crece bien, con empujones para no pensar. En la escuela aprendes a pegar. En los maestros aprendes a odiar. Salir de la escuela... siendo otro. Buena manera de crecer. Niños sin escuela, jugadores de billar. La zancadilla nada más nacer. ¿Quién les empuja? No les mires a los ojos, van desesperados.
Las cosas que solía hacer, las consignas que solía gritar, allá en el campo de batalla, allá en la calle. No hay rojos en la Moncloa. No hay monarcas en la Zarzuela. No hay zares en Rusia. No hay punkies en el Carmen. No hay muro en Berlín. No hay bancos en Suiza. Europa ha muerto. Europa ha muerto. Europa ha muerto. Me trajeron al hospital, mi cabeza no funcionaba. No lo sé aún. ¿Soy el último europeo?. ¿De que hablaba ese tipo? ¿Decía Patria? Pásame la ginebra, Jorge. Sólo un trago más. La calle se mueve, voy a vomitar. Soy un borracho. Sólo un borracho más. Voy a toda hostia por la carretera
Viejas caras, nuevas caras, pero siempre las mismas cabezas. Todo lo que digáis que somos... lo somos aún peor. Tenemos un problema. Un serio problema. Estamos agotados de esperar el fin. ¿qué nos empuja? Levántate y lucha, es tu pelea. No voy a luchar por ti.
Yo solo se decir: estos puños, cuidan de mi. Tiempos nuevos, tiempos salvajes. Y un grito que nace dentro de tu cabeza: ¡Destruye!, ¡Destruye!, ¡Destruye!, ¡Destruye!, ¡Destruye!, ¡Destruye!. Toma tu parte, nadie regala nada. No hay nada sin lucha. No eres un juguete. Mis amigos luchan en la calle. ¿Dónde van los tiros?. ¿De donde salen? Vendemos armas blancas en los colegios de pago deseando salud al personal. Luchamos contra el tirano de turno y luego queremos mandar. Defendemos nuestro color de la ley. Nos harán una estatua en el parque para que nos caguen los pájaros. Rebelde buscando la calle.
Toma un arma, eso te salvará. Eres un mamón, córtate las venas, maldita sea la ley. Se acelera mi ritmo vital, nos vendemos al mejor postor. Diez años de lucha solitaria son los suficientes para reventar.
Todos le odiaron desde que llegó, delincuente habitual, trabaja contra la ley. Hombre solitario... tengo un recado para ti, una bala en mi revolver que esta esperando para salir. No. Soy un cerdo, pero no lo bastante. ¡Bestia, Bestia!. Escribe en la pared: "Ahora soy un chico formal". Y para sobrevivir te meten en la celda. Media hora para el bis a bis. Tu y esa chica pálida y triste, que vende anfetaminas.
Eso no es vivir, solo esperar
¿Vas a picarte? Conozco la historia, no te ayudaré. Con su cabeza calva te espera a la entrada del bar, en su bolsillo esta todo lo que vas a buscar. Y la lluvia cae tras de mi ventana mientras veo como escondes la chuta en el bolso, haciendo esfuerzos para no rendirte y llorar. Ese tipo no valía la pena, créeme. Comerciante libre de impuestos en la clandestinidad. No hace falta que digas nada, ya sabe qué quieres comprar. No importa si es bueno o malo. Tómalo y corre. Escóndete de ti. Y de mí. Saltó por la ventana. No estaba loca, simplemente estaba rota.
Hola mamoncete... ¿buscas algo que comprar?. Jorge amaba las pastillas, le encontraron frío tumbado en su cama. Solo la muerte salva de la vida. Tu madre aún me sigue culpando. Esa vieja me está cansando. Te picas hasta en el peluco. El tiempo pasa y me siento morir. Ciego y valiente, la vida te ha estafado
Hay muchas navajas por ahí, y puede que alguna te raje a ti. Hablando con los idiotas de la calle, solo yo hablo, ellos miran. Tu que miras ¿quieres servirme de comida?. Me cuesta quedarme quieto en mis zapatos, busco pelea y estás a mi lado. El rock and roll me dejó carbonizado.
Nos colamos en la fiesta sin estar invitados. Y nos emborrachamos. Y nos colocamos. Sábado lleno de chicas pegajosas como caramelos podridos. Metimos mano a las chicas. Vamonos al water, haremos un guateque encima del retrete.
Princesa equivocada en tu rincón, helado en el parque sueño con el vestido azul que llevabas al caer. Te encuentro aun más triste que ayer, hace horas que decidiste no pensar, acostumbrada a perder. No voy a besarte, sólo soy un desertor, yo no soy nada. A veces te encuentro en un banco del retiro, no sabes sonreír, la vida jugó contigo. Cuéntame otra vez que es el amor, cuéntame otra vez que puedo amar, cuéntame que juntos. Siempre juntos. Si. Tu y yo.
Un día te hice sonreír, era una promesa de amor. Y un amanecer curé tu insomnio con un abrazo. Pero yo no soy nada, no merezco besarte. No se nada.
Lejos del corazón bosque, dentro de una jaula del zoo. Miro los barrotes para no pensar nada.
Recordando al mecánico del swing
A ti. Quédate con mis escombros.
En un oscuro sótano, húmedo y polvoriento, lleno de cajas que se amontonan repletas de piezas rotas, acompañado por sus viejas, sucias y abolladas herramientas, trabaja el mecánico del amor.
Si un problema tienes, si crees que tu corazón ya no podrá latir en sincronía con el del ser amado, si piensas que la llave de tu corazón ya no gira bien en manos de quien antes lo abría sin dificultad, no dudes. Acude a él.
No te sientas fuera de lugar, no eres quien ha batido el record de desengaños y fracasos, ni eres quien ha perdido más ni quien más ha derrochado. El te enseñara su libro de clientes, tras bajarlo de un viejo anaquel y soplar el polvo que cubre su tapa, y descubrirás con sorpresa viejas historias que fueron imposibles y que después se tornaron realidad.
Tu no eres un mueble de su propiedad, tu vida sólo es para ti, quien te quiera más de lo normal, nunca podrá invadir tu corazón con una marcha militar. Él también te lo enseñará.
Sabes que nunca se sueña el mismo sueño igual. Nada puede volver a ser lo que antes fue. Los sueños a veces nos vuelven locos y no queremos despertar. Da igual. Te ayudara a convertir sueños en realidad.
Sientes que la vida va a por ti, que todo lo que haces sale mal, que el óxido invade tu vida. Él tiene aceite para ponerte en forma de nuevo.
Te encuentras en soledad. Como la luna que desde arriba manda su luz, que no te regala ni tu propia sombra. Él te explicará que tu sombra y la suya juntas, desde entonces, siempre están.
Eres el último prisionero de una guerra que hace mucho que acabó. Y quisieras ser.. el último fusilado. No se fusila a los corazones rebeldes, y el tuyo lo es. Eso descubrí en su taller.
Vive tu nueva vida, amor. Vívela sin olvidar quien eres. Con orgullo de todos los puertos por los que pasaste, con desprecio al rencor. El te ayudará… y yo también.
El hombre que te vigila desde dentro de su frasco de líquido azul.
Nací en un momento y lugar equivocado, y cuando estaba convencido de no encajar entre quienes me rodeaban, sucedió un milagro. Y siempre asustado de esa misteriosa maravilla, al cabo de los años, el milagro del sol que no nació se repite de nuevo. La noche me acoge otra vez con su negro manto y sus ojos azules. Y un brillo en ellos me hace suspirar.
Dioses vivieron allí, dioses que quizá dejaron de existir. Y ahora solo un ángel me espera, generando vientos sin manos que barren las hojas de mi diario. El misterio abrillanta mis ojos y me hace pensar que solo soy un hijo del destino caprichoso, en un lugar que no existe, donde nada acaba y nada empieza jamás.
Cuando la noche pase, vendrán otras más, y la misma luna que nos alumbrará me hará dudar sobre si soy ficción o verdad. Si dejé de existir hace siglos o quizá aun no nací. Tu me guiarás otra vez hacia mí, mientras por la gloria de un amor extraño, envidiaré a las nubes que te llueven encima.
Saliendo de noche de aquel tugurio nos encontramos de golpe con la autoridad, nosotros borrachos y ellos también. Quizá quieras dejarme de lado como una colilla.
Me encontré con un perro abandonado le dije hola y me sigue desde entonces. Es más fiel que tu. Ya aprendí a mantener la cabeza en el sítio.
Puedo ser suave como una flor o afilado como una guillette. Y lo gracioso es que no me importa morir. No me preguntes porqué soy así.
Volverán las peleas a las calles, quebrando cabezas y escaparates. Toma lo tuyo y olvida lo que es de ellos. Baja a la ciudad y conviertela en cenizas.
Si quieres un amigo, cómprate un perro. Olvídate de mi.
Otro domingo, al despertar pienso en el mar. Al fin llegó y mi
vida cambió. Entre toda la multitud, te descubrí, en caminos
que ya ni siquiera nos
recuerdan, y me eso hace suspirar por volver a ver unas colinas que
nunca vi y que no me vieron nacer. Se lo digo al viento, que me escucha
sabio,
mientras confuso y asustado giran alrededor de mi las sombras de un
pasado.
Y pienso que eres de lo poco real que va quedándome, pienso que
tengo que encontrarte en cualquier lugar, mientras me asedia tu recuerdo
despierto
y en sueños, pero al despertar no muere la ilusión pues
aun estas ahí. Aunque la nostalgia me empieza a sepultar.
Escribo lo que siento para hacértelo llegar y desespero con la
idea de que me llegues a olvidar pues entonces caerían mil lágrimas
de mí. Y espero una
llamada que no llega jamás. Duran los días siglos cuando
conmigo no estás. Todos los segundos me parecen el mismo.
El cielo hoy es gris y las calles están mojadas, cuando me asomo
a mi ventana creo ver sombras de ese pasado que aun no existe, y mirando
hacia
arriba, al mirar en las estrellas creo ver tu cara y deseo cobijarme
en unos brazos hermanos que aprieten mi cuerpo hecho un despojo. Quizá
he de
empezarte a buscar.
Y ver tus ojos de papel y tinta me hace renacer el cariño, miro
una foto en lugar de dormir, y es que me conformo con poco, solo con verte
me siento
feliz. Siempre serás para mí la chica que despertó
en mí la necesidad de estar con una mujer solo para hablar.
Una noche, cuando a tu ventana te vayas a asomar, veras mi cara pegada
al cristal, intentando hablar con los luceros, preguntando cosas que nunca
contestarán. Cuando la abras me desvaneceré, pues solo
seré un fantasma más, pero si miras la cornisa encontrarás
una rosa de abril con mi esencia
para ti.