Volver

Luys y el Águila

Para mi querido Luys, montañés de Colindres que esta en el cielo, y que cada vez que miro a la noche estrellada, hace brotar en mi el recuerdo de la vieja divisa montañesa
 


PORQUE EN LAS MORISCAS LIDES
UN ÁGUILA ME GUIÓ
Y DESPERTÓ CON SUS ALAS,
ME LA DIERON CON HONOR.
ANDE LA RUEDA ALREDEDOR,
QUE LAS COLUMNAS FIRMES SON.


 


Sabido es que los montañeses son seres desusados. Hombres de honor entero y mujeres de corazón excepcional. Se que a Luys le hubiera agradado conocer el fenómeno internet, no en vano, de el me aprendí aquel romance viejo que decía (rezaba, más bien):
 


Mis arreos son las armas
mi descanso es pelear,
mi cama son las duras peñas,
mi dormir siempre velar.
Las manidas son escuras,
los caminos por usar,
el cielo con sus mudanzas
ha por bien de me dañar,
por orillas de la mar,
por probar si en mi ventura
hay lugar donde avadar.


 


Como dice el proverbio árabe, hay horas para la prudencia y horas para la locura. En esta hora de prudencia, en la que mis amigos muertos vienen a visitar mi cabeza amueblada de viejos recuerdos, la visita de Luys me ha evocado a otros amigos míos, estos vivos. Su buena hombría montañesa unida a su espíritu caballeresco y cuasi medievalista, me hace pensar que encajaría bien entre este atajo de locos que somos todos nosotros. Por eso, deseo compartir con vosotros un poco de él, y regalaros unos versos suyos que guardo con gran estima, con toda la que podáis imaginar
 


SUB UMBRA ALARUM TUARUM

Había un estandarte rojo, con un Águila explayada,
dentro de la orla de oro flordelisada.
Había fuertes corazones, grandes en el bien y en el mal,
corazones ardientes como el sol estival.
Había resignación y altanería…
( la cruda blasfemia y el Ave María ).
Había misas negras y placeres diabólicos,
y sacrificios de santos y de estoicos.
Había amigos del haschís, y de la coca, y de la morfína,
que finaban como héroes de estirpe divina.
Había sed que atormentaba las entrañas,
y cascadas doradas de champaña.
Había cielo azul: la ilusión…
y ojos casi cegados por el fuego del sol.
Había breves momentos para con hembras reír,
y veinticuatro horas al día para morir.
Había una dudosa esperanza de volver,
¡ y mucha tierra pedregosa donde yacer !


 


Pues si, Luys. Algunos volvimos… y te notamos a faltar.

Ac peregrino labore fessi venimus larem ad nostrum, desideratoque acquiescimus lecto. (Catulli. " Ad Sirmionem peninsulam ") (Y cansados de los trabajos hechos venimos a nuestros lares y reposamos en el lecho tan deseado)

Tu no volviste a tu Cantabria en vida. Yo, aun no se cuando, llevaré a tu Colindres querido tus elegías. Y mojaré mis pies en Laredo. Invocando tus días valencianos. Rememorando tus paseos por la Plaza de Cataluña. Agradeciéndote que eligieras el color con el que pinté mi corazón. Si Dios me da fuerzas.

Volver

Todo lo que necesitas saber, lo aprendiste en el parvulario

De "Todo lo que realmente debemos saber lo aprendimos en el parvulario". (adaptación propia sobre un texto de Robert Fulghum)

1- Compartelo todo
2- Juega limpio
3- No le pegues a la gente
4- Vuelve a poner las cosas donde las encontraste
5- Limpia tu propia suciedad
6- No cojas lo que no es tuyo
7- Di que lo sientes cuando molestas a alguien
8- Lávate las manos antes de comer
9- Sonrójate
10- Las sopa y la leche caliente sientan bien.
11- Vive una vida equilibrada
12- Aprende algo y piensa algo y dibuja algo y pinta y canta y baila y juega y trabaja cada día un poco.
13- Cuando salgas al mundo vigila los coches, da la mano y no te aisles.
14- Permanece atento a lo maravilloso. Emula a Faraday con patatas.
15- Los peces de colores, los hamsters y hasta la alubia en un vaso de agua mueren. Todos mueren. Y nosotros también.
16- Recuerda los libros de Enyd Blyton y la primera palabra de todas, la más grande y maravillosa de todas: MAMA.

Volver