Juan V. Oltra

Metodología rápida para reinterpretar curricula democráticos

Sumergido entre viejas cajas cubiertas de polvo e insectos varios en el trastero de la casa del pueblo, perdido entre nostalgias y recuerdos que asaetan mi ánimo y abierta y valientemente desafiando a la alergia, encuentro una carpeta que conserva muestras de mi paso por el parvulario.

Dispuesto a saborear una nostalgia agridulce, separo con recelo las gomas casi podridas que la cierran y mentalmente empiezo a redactar una lista de los ?tesoros? que voy encontrando. Abro una ?cartilla? de lectura preparado para darme un baño de añoranza y leo con asombro en la página abierta al azar ?fe le fle, pu lu plu fle cha, fla co, fle món. El yugo y las flechas son el emblema de Falange E.T. de las JONS?. Quedo patidifuso y ojiplático. El tiempo había borrado de mi memoria esa página? en fin, cosas de la época, me digo mientras sigo con mi particular viaje al pasado. Y doy con ella.

Aparece una vieja libreta con Goofy en la portada, donde mi nombre y el del parvulario van escritas con la preciosa letra de mi añorado padre. De los palotes a las primeras frases, los primeros dictados. Y ¡zambomba!. Lo inesperado. En las últimas páginas, escrito con una letra que remotamente recuerda a la mía, con trazos inexpertos aparece el texto siguiente: ?España es nuestra querida Patria. Todos debemos amarla y defenderla. El Generalísimo Franco es el Jefe del Estado español. Los españoles somos católicos?.

Creo encanecer en segundos. Cielos, esto es una bomba, si alguien lo encuentra puede señalarme como un involucionista, hundirme. Mi porvenir, no solo ya político, que poco me importa, sino como ciudadano de a pie, peligra. Seré señalado con el dedo por mi amenazador pasado, ya lo veo venir. El infierno de lo políticamente incorrecto se abatirá sobre mí, me impedirán el paso a los mejores restaurantes y los perros orinarán sobre mis pantalones. Me vetarán en los congresos y la administración me negará todo tipo de ayuda a la investigación. Mientras mesaba mis cabellos y me planteaba si arrojar tan peligrosa prueba al infierno particular de mi estufa de leña, caí en mi error ¡pero si era justo lo contrario! ¡es lo que necesito para ser alguien en esta sociedad de hoy en día!... Uno recuerda de repente aquella carta de un joven Aznar a SP haciendo profesión de fe falangista, el pasado en Anguita en el Servicio Español de Magisterio, e incluso aquella foto, distribuida con muy mala leche, eso sí, donde parecían verse a unos jovencitos Felipe González y Alfonso Guerra vistiendo camisa azul? y tantos otros? rayos? si esto es una mina.

Ahora, con una perspectiva más amplia, creo que filtrándolo adecuadamente, podré hacer carrera política de manera rápida y segura. Ya me veo en un elevado puesto, y en mi particular cuento de la lechera me vislumbro ordenando el futuro sistema educativo español. Por fin he dejado de ser un don nadie, ya tengo algo en común con una parte importante de nuestra clase política. Ya lo decía mi abuelita, que en paz descanse.

Y es que no hay nada como haber tenido un pasado para poder renegar de él.