Preso en León el inmortal Quevedo,
de aguda enfermedad convalecía,
y el tunante prior le suministraba
caldo de trasparencia cristalina.
- ¡Valiente caldo ! - dijo Francisco.
¡ Valiente caldo ! ¡ Bravo ! - repetía.
¿ Por qué es valiente ? - repuso el fraile.
Porque no tiene nada de gallina.
Francisco de Quevedo y Villegas
El beso que no te di se me ha vuelto estrella dentro...Quién lo pudiera tornar --y en tu boca...otra vez beso. Quién pudiera como el río ser fugitivo y eterno: Partir, llegar, pasar siempre y ser siempre el río fresco...Es tarde para la rosa; Es pronto para el invierno. Mi hora no está en el reloj...Me quedé fuera del tiempo...Tarde, pronto, ayer perdido...mañana inlogrado, incierto hoy... Medida que no pueden fijar, sujetar un beso... Un kilómetro de luz, un gramo de pensamiento...(De noche el reloj que late es el corazón del tiempo...) Voy a medirme el amor con una cinta de acero; una punta en la montaña; la otra... clávala en el viento.
Dulce María Loynaz (Cuba,1903-1997)
No hay noche, no hay luna, no hay sol cuando estoy contigo, tiemblo de quererte tanto, tiemblo de sentirme vivo, tiemblo de saber que un día, la espuma se lleva al río. y en el corazón del hombre se lleva al tiempo el olvido.
No hay luz, no hay jardín, no hay noche de otoño contigo. ¡Quisiera que se acotara e1 tiempo cuando te miro! contigo para perderme, para salvarme contigo, contigo, Abril, para siempre por los siglos de los siglos.
Tiemblo de verme en tus ojos sin comprender el bautismo, contigo, Abril, primavera, el nombre nace contigo, y el ser también en el seno de tu vientre estremecido, nieve niña y madre virgen de mi tiempo y mi destino; por ti se agrupa el rebaño, por ti se doblan los trigos, por ti los álamos tiemblan Y el mar se levanta en vilo como los pueblos que llevas en la mirada perdidos para siempre, como el tiempo que vuelve a nacer contigo, contigo para salvarme, para perderme contigo, como el beso que no sabe sobre que boca ha nacido.
¡No puedo verte, no puedo vete cuando estoy contigo! ¡no se mirarte, no se mirarte, pero te sigo ! tuyo seré madreselva, madre viento y madre río, isla de ti solamente mi nacimiento continuo, que estoy con dolor queriendo lo que muero y lo que vivo. lo que vivo y lo que muero de tenerlo sin vivirlo.
Ya el tiempo es sólo el espejo donde te sueño lo mismo que los chopos en invierno sueñan su verdor florido.
Quiero recordar tu rostro y aún no lo tengo aprendido, sin verte, casi sin verte paso las horas contigo.
No sé recordar, no tengo recuerdos cuando te miro. pero estoy viendo en tus ojos el mundo entero y reunido: los sueños que eran tan cortos,. los labios que eran tan niños, las manos que se quemaban con el perfume del mirto, la juventud que no sé si he tenido o he perdido, la vejez que acaso tenga, que acaso tenga contigo todo renaciendo está, y a Dios le ruego y le pido, si cuanto vieron mis ojos a través de ti lo han, visto, ¡ que nunca cese esta hora que me ha cambiado de sitio la sangre para que tenga nacimiento en tu latido!
La voz que quiso ser nieve, la nieve que al fin fue río, el don de ver y la pura ensoñación de haber visto, el corazón donde a veces canta un pájaro y sentimos que se alegra la espesura de la sangre con su trino, y el tránsito de la carne que aún recuerda el paraíso, que aun recuerda que fue virgen cuando se encuentra contigo, todo vuelve a nacer, todo naciendo del mismo amor y del mismo asombro que hace del mirar un rito, así, tu mano en mi mano, tu corazón junto al mío, sosiégame. ten mis ojos quietos, para siempre fijos; sosiégame, ten mi vida pendiente del gozo mismo de estar muriendo y naciendo junto, desierto, contigo.
Luis Rosales
Cuando pienso en los viejos amigos que se han ido
de mi vida, pactando con terribles mujeres
que alimentan su miedo y los cubren de hijos
para tenerlos cerca, controlados e inermes.
Cuando pienso en los viejos amigos que se fueron
al país de la muerte, sin viaje de vuelta,
sólo porque buscaron el placer en los cuerpos
y el olvido en las drogas que alivian la tristeza.
Cuando pienso en los viejos amigos que, en el fondo
del mar de la memoria, me ofrecieron un día
la extraña sensación de no sentirme solo
y la complicidad de una franca sonrisa…
Luis Alberto de Cuenca
Ojos claros, ojos serenos.
si de un dulce mirar sois alabados
¿Por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me mireis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay, tormento rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me mirais, miradme al menos.
Gutierre de Cetina
CANCION
Nunca os he visto, aunque muero,
misericordia jamás,
y con todo os quiero más
que al corazón con que os quiero.
Vuestra condición esquiva
mata a mi esperanza, y veo
que tanto crece el deseo
cuanto la ve menos viva.
Y así deseo y no espero,
por do el daño es sin compás;
y, con todo, os quiero más
que al corazón con que os quiero.
Luis Barahona de Soto
Cubridme de flores,
que muero de amores;
porque de su aliento el aire
no lleve el amor sublime,
cubridme;
sea, porque todo es uno,
alientos de amor y olores
de flores;
de azucenas y jazmines
aquí la mortaja espero;
que muero;
si me preguntáis de qué,
respondo en dulces rigores:
de amores.
Maria Do Ceo
AMOR ETERNO
Podrá nublarse el sol eternamente
podrá secarse en un instante el mar;
podrá romperse el eje de la tierra
como un debil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.
Gustavo Adolfo Bécquer
Caminando hacia la muerte
me encontré con tu queres,
y por morir más a gusto
seguí el camino con él.
Augusto Ferrán y Forniés.
TE QUIERO
Te quiero.
Te lo he dicho con el viento,
jugueteando como animalillo en la arena
o iracundo como órgano intempestuoso.
Te lo he dicho con el sol,
que dora desnudos cuerpos juveniles
y sonríe en todas las cosas inocentes.
Te lo he dicho con las nubes,
frentes melancólicas que sostienen el cielo,
tristezas fugitivas.
Te lo he dicho con las plantas,
leves criaturas transparentes
que se cubren de rubor repentino.
Te lo he dicho con el agua,
vida luminosa que vela un fondo de sombra.
Te lo he dicho con el miedo,
te lo he dicho con la alegría,
con el hastío, con las teribles palabras.
Pero así no me basta:
más allá de la vida,
quiero decírtelo con la muerte;
más allá del amor,
quiero decírtelo con el olvido.
Luis Cernuda.
Libre te quiero,
como arroyo que brinca
de peña en peña.
Pero no mía.
Grande te quiero,
como monte preñado
de primavera.
Pero no mía.
Buena te quiero,
como pan que no sabe
su masa buena.
Pero no mía.
Alta te quiero,
como chopo que en el cielo
se despereza.
Pero no mía.
Blanca te quiero,
como flor de azahares
sobre la tierra.
Pero no mía.
Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.
Agustín García Calvo.
Verte ¡ Que visión tan clara !
vivir es seguirte viendo,
¡ para morir no me sirven
los ojos con que te veo !
no sé si puedo seguirlos
no sé si seguirlos puedo
pero me llevan, me empujan
me arrastran hacia tu encuentro
Mientras estoy a tu lado
te vivo más que te siento;
no sé mirarte, no sé
mirar quedándome ciego.
Luis Rosales. - Romances de Abril - Abril, siempre Abril
Como las gaviotas y las olas nos encontramos y nos unimos. Se van las gaviotas volando, se van rodando las olas; y nosotros también nos vamos. Si de noche lloras por el sol, no veras las estrellas. La luz del sol me saluda sonriendo. La lluvia, su hermana triste, me habla en el corazón. Si echo mi misma sombra en mi camino, es porque hay una lámpara en mí que no ha sido encendida. Tu sol sonríe en los días de invierno de mi corazón, y no duda jamás de las flores de su primavera. Cuando el día cae, la noche lo besa y le dice al oído: "Soy tu madre la muerte, y te he de dar nueva vida". El misterio de la vida es tan grande como la sombra en la noche. La ilusión de la sabiduría es como la niebla del amanecer. Leemos mal el mundo, y decimos luego que nos engaña.
Rabindranaz Tagore
Si puedes mantener intacta tu firmeza cuando todos vacilan a tu alrededor,
si cuando todos dudan, fías en tu valor y al mismo tiempo
sabes exaltar su flaqueza,
si sabes esperar y a tu afán poner brida,
o blanco de mentiras esgrimir la verdad
o siendo odiado, al odio no le das cabida y ni ensalzas tu juicio
ni ostentas tu bondad,
si sueñas, pero el sueño no se vuelve tu rey,
si piensas y el pensar no mengua tus ardores,
si el triunfo y el desastre no te imponen su ley y los tratas lo
mismo como dos impostores.
Si puedes soportar que tu frase sincera sea trampa de necios en
boca de malvados,
o mirar hecha trizas tu adora quimera y tornar a forjarla con útiles
mellados,
si todas tu ganancias poniendo en un montón las arriesgas
osado en un golpe de azar y las pierdes,
y luego con bravo corazón sin hablar de tus perdidas, vuelves
a comenzar.
Si puedes mantener en la ruda pelea alerta el pensamiento y el músculo
tirante para emplearlo cuando en ti todo flaquea menos la voluntad que
te dice adelante.
Si entre la turba das a la virtud abrigo,
si no pueden herirte ni amigo ni enemigo,
si marchando con reyes del orgullo has triunfado,
si eres bueno con todos pero no demasiado.
Y si puedes llenar el preciso minuto en sesenta segundos de un esfuerzo
supremo
tuya es la tierra y todo lo que en ella habita y lo que es más
serás hombre hijo mío.
Rudyard Kipling
Otra versión, la primera traducción que tuvo al castellano (y la mejor)
Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila,
cuando todo a tu lado es cabeza perdida;
Si tienes en ti mismo una fe que te niegan,
y no desprecias nunca las dudas que ellos tengan.
Si esperas en tu puesto sin fatiga en la espera
si engañado no engañas,
si no buscas más odio
que el odio que te tengan...
Si eres bueno y no finges
ser mejor de lo que eres,
si al hablar no exageras
lo que sabes y quieres...
Si sueñas, y los sueños no te hacen su esclavo
si piensas y rechazas lo que piensas en vano,
si tropiezas el triunfo y llega tu derrota
y a los dos impostores les tratas de igual forma...
Si logras que se sepa la verdad que has hablado
a pesar del sofisma del orden canallado,
Si vuelves al comienzo de la obra perdida
aunque esta obra sea la de toda tu vida...
Si arriesgas en un golpe, y lleno de alegría,
las ganancias de siempre a la suerte de un día;
y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea
sin decir nada a nadie de lo que es y lo que era...
Si logras que tus nervios y el corazón te asistan
aún después de su fuga de tu cuerpo en fatiga
y se agarren contigo cuando no quede nada
porque tu lo deseas y lo quieres y mandas...
Si hablas con el pueblo y guardas tu virtud,
si marchas junto a reyes con tu paso y tu luz,
si nadie que te hiera llega a hacerte la herida,
si todos te reclaman y ni uno te precisa...
Si llenas el minuto inolvidable y cierto,
de sesenta segundos que te lleven al cielo,
todo lo de esta tierra será de tu dominio,
y mucho más aún: serás hombre, hijo mío.
Rudyard Kipling
Extracto de DEU Y LO MON. Ensayo de monosílabos valencianos. (1858) (Benito Altet y Ruate). Si alguien desea traducción,… que lo diga. Si algún pureta se extraña de la aparición de la y,… que mire la fecha.
No se si es mal ó bò lo gust que tinch;
Mes de cuant veig, bò ó mal, no fa gens cas;
Per mig del mon sens plaer yo vaig y vinch,
Y es pa mi, nit de tròns, jòrn clar y ras:
Tant me dá si tinch sis, com si tinch cinch:
Si un temps al tròt, hui vaig tan sòls al pas;
Y com ho veig ja tot baix de cèrt punt,
De tot gust y tot góig me veig molt llunt.
…
Cuan en la nit los ulls al alt cèl duch,
Y el veig tan rich de llums, ab tan de sòl,
Y em veig en lo fòsch mon com un trist cuch,
Que vá per mig del fang, me muych de dòl;
Rómp lo sprit, buf de Deu, del cós lo nuch,
M´en fuigch com de lo mon y en alt breu vòl
Em pèrch llá, molt mes llunt de lo blau vèl,
Y me tròb en un punt dins de lo cèl.
Por la transcripción: Juan (chuanet) ( juegalimpio)