Recursos de información medioambiental en Internet.

Luisa Tolosa Robledo y M.Fernanda Peset Mancebo

I Curso de gestión de información medioambiental    Image7.gif (13049 bytes)

Correo
Listas de distribución
Chat y foros

Las listas de distribución

Una lista de distribución es una agrupación de usuarios de correo electrónico que basa su trabajo en un software de envío simultáneo de mensajes, de modo que todos los suscriptores de un grupo reciben cada mensaje remitido por cualquiera de los participantes al servidor en el que se encuentra instalado este programa de difusión masiva de correos electrónicos. Como se deduce de estas líneas, en las listas de distribución intervienen cuatro agentes: los suscriptores, la tecnología del correo electrónico, el programa de distribución de mensajes y el servidor al que llegan y del que salen los mensajes enviados por los miembros de una lista. Por lo general, los suscriptores suelen ser miembros de una misma comunidad científica o profesional, quienes se unen a estas listas para compartir informaciones con los miembros de estos grupos; para ellos el uso del correo electrónico es cotidiano y emplean las listas como un fuente más de información. Los softwares de distribución de listas son muy variados, aunque por su extensión destacan Majordomo y, sobre todo, Listserv. Este último producto está tan extendido que todavía hay quien denomina a la tecnología de las listas de distribución con el nombre de este programa. Los servidores que albergan las listas suelen pertenecer a instituciones científicas o académicas, quienes destinan una máquina en exclusiva para este uso. En España destaca el servidor Listserv de RedIRIS, que en esos momentos da cobijo a una 400 listas de multidisciplinares.

Las listas de distribución, también conocidas con multitud de sinónimos (listas de correo, listas de discusión, foros de discusión, grupos de discusión) no son la única forma existente en Internet para la comunicación escrita entre personas. Robinson (1996) realiza una distinción entre varias de ellas y habla de listas, grupos, econferences y email bassed discussion. Pero, haciendo distinciones estrictamente técnicas, además de las listas de distribución sólo cabría hablar del uso directo del correo electrónico, de los grupos de noticias y de los BBS (Bulletin Board System).

Tanto los grupos de noticias como los BBS emplean sistemas que nada tienen que ver con el correo electrónico. En ambos casos, existe un colectivo de personas que envían y reciben mensajes, pero la forma del envío, la consulta y el almacenamiento siguen tecnologías especificas. Los newsgroups o grupos de noticias utilizan un servidor que almacena los mensajes; además emplea un programa lector de noticias para poder consultar las mismas. Existen miles de grupos, especialmente dedicados a aspectos informales y de ocio, aunque nada impide que se creen y mantengan grupos profesionales. Por otra parte, los BBS emplean una tecnología con una dinámica similar: los usuarios envían noticias a un "tablón de anuncios" común, que es consultado por los participantes. Dado que sólo soporta texto este tipo de comunicación interprofesional está dejando de emplearse, aunque en su momento tuvo un papel decisivo como medio de información.

Esta comprobado que las listas de distribución son una herramienta de primer orden para compartir información. No obstante, todas las listas siguen una dinámica muy similar que puede llevarlas al fracaso o a su consolidación definitiva. El ciclo de vida natural de las listas ha sido retratado por Nagel (1994) en http://www.catalog.com/vivian/lifecycle.html, donde habla de una primera etapa de entusiasmo inicial, a la que seguiría otra de lo que denomina evangelización (proselitismo). La tercera etapa estaría caracterizada por la expansión de la lista, continuada por otra en la que se establecen vínculos de colaboración entre los suscriptores. A partir de aquí se produciría la fase de disconformidad con la diversidad y comienzan los problemas por el aumento de mensajes o el desencanto de los suscriptores. La fase final puede derivar bien en la autocomplecencia y el consiguiente estancamiento o bien en la madurez de la lista o, lo que es lo mismo, su afianzamiento definitivo.

Fuente: Las listas de distribución como herramienta profesional. Artículo publicado en Métodos de información, julio 1999,  vol. 6, n. 31, p. 53-61. José Antonio Merlo Vega (Universidad de Salamanca) Ángela Sorli Rojo (CINDOC, CSIC)