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Sant Espèrit de Gilet Jueves, 14 de diciembre de 2006 José Luis Agustí – Alicia – Gustavo – Manolo Santi – María
– Roberto – Javier – Luis M. Pep – Hector – Jabato – Luis S. Zona: Calderona Tiempo estimado: 2 horas y media Inicio: Sant Espèrit (aparcamiento que hay antes de llegar al monasterio Dificultad: Alta. Es una sucesión de toboganes con sendas bastante técnicas para
correr. Mucha piedra suelta. Desnivel: 1.380 m – Distancia: 13,4 km Ruta: Dejamos el aparcamiento
y nos dirigimos al cauce del barranco. Primero lo seguimos por una pista que
hay por su lado izquierdo y cuando ésta va a dar a la carretera continuamos
por el mismo lecho del barranco. Se pasa bien, pero el terreno es irregular y
hay muchas piedras sueltas. Pasamos bajo tres puentes y después de un km
dejamos el cauce a la derecha por una pista que cruza el barranco. Nada más
dejarlo hay una caseta de un pozo a la izquierda de la pista. Seguimos la
pista que se convierte más bien en senda, pasamos una cadena y llegamos a una
explanada junto a unos chalets. Giramos a la izquierda y cogemos una senda que
va formando un amplio arco primero a la izquierda y luego hacia la derecha
para salir a un camino más ancho en una zona de parcelas sin construir. Seguimos recto sin perder altura y salimos a una
carretera después de salir de la última parcela saltando un murete. Seguimos
la carretera a la izquierda (hacia arriba) y pronto se acaba el asfalto y
sigue una pista de tierra. Es la pista que sube hacia Peñas de Guaita, pero
que la dejaremos en la primera bifurcación para coger la de la derecha. Entramos en el barranco de Balau, primero por
pista y luego por una senda que arranca en una curva cerrada donde la pista
cambia de dirección para acabar enseguida. La senda que remontamos comienza
con una empinada rampa, luego se suaviza y más tarde vuelve a subir varias
rampas empinadas hasta salir a la parte alta de la loma donde encontraremos
del GR10. Seguimos el GR10 a la derecha, por lo alto de la
loma hasta un punto donde cae en picado por la ladera hasta el fondo del
valle, por unos tramos donde el camino está sobre losas de roca pelada. Llegamos a una pista que cruza, pero la
atravesamos y seguimos pon una senda que remonta una loma, para bajar luego
por el otro lado. Bajando veremos una pista. Hay que llegar hasta ella, para
lo cual tenemos que dar un rodeo o subir por un empinado talud... optamos por
lo segundo, con el resultado de varios resbalones y algún rasguño. Llegamos a la pista y giramos a la derecha, pero
justo antes de llegar al primer chalet subimos a la izquierda, trepando un
murete y seguimos una senda por un cortafuegos que nos llevará hasta la pista
del collado de L’Aigua Amarga. Justo al pasar el collado, con una bonita puesta
de sol, cogemos un camino a la derecha que bordea la montaña por la vertiente
oeste, llega a un pequeño collado y remonta hasta el pico del Águila, donde
llegamos ya empezando a oscurecer. Nos damos prisa en bajar, para lo cual seguimos
el GR10 hacia la izquierda (en dirección a la Mola de Segart) para, después
de una recta en bajada, coger una senda que sale a la derecha, con un primer
tramo en horizontal. Llegamos a una curva cerrada a la izquierda y el camino
se precipita en una empinada bajada hasta el fondo del barranco, donde salimos
a una pista que seguiremos a la derecha. Sin dejar la pista (dejaremos varios ramales a
la izquierda y uno a la derecha) llegamos bajo una línea eléctrica donde, a
la derecha veremos el monasterio. Comienza aquí una pedregosa bajada
siguiendo los cables de la luz que nos llevará hasta una antigua pista que
corta. La seguimos a la izquierda y a varios centenares
de metros adivinaremos, entre las copas de los pinos y la noche, el
aparcamiento. Un poco por senda y un poco campo a través llegamos a los coches
justo oscureciendo. Volver a... Inicio Índice Cronológico |