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Zona: La Vall
d’Uixó (Espadán
oriental) Inicio: Aparcamiento del Paratje Sant Josep. Acceso: Desde la A7, saliendo de La Vall por la
carretera de Fondeguilla. Tiempo
estimado:
2 horas y media Dificultad: Media-alta. Sendas técnicas pedregosas, con desniveles cortos pero
fuertes. Ruta: Salimos desde la parte
alta del aparcamiento y cruzamos el Riu Belcaire por el puente. De frente tenemos Pipa, y a la
izquierda el hombro de La Balona, al que subimos
por una senda que encara la ladera de frente para ir luego un poco en
diagonal a la izquierda. La subida es dura y llegamos a la pista con ganas de
hacer una paradita. Ha estado toda la mañana lloviendo y la montaña
está mojada y cubierta de niebla de mitad para arriba. A la derecha el camino
sube hacia Pipa, pero nosotros cogemos una senda horizontal a la izquierda
que enseguida sale a una pista. Seguimos por la pista y la volvemos a dejar por
la izquierda para seguir una senda que recorta una curva, pasa sobre un
aljibe y vuelve a salir a la misma pista, más arriba. Seguimos a la izquierda y después de flanquear
una loma, la pista acaba. Seguimos recto por una senda que se dirige hacia Els Cingles de Pipa, unos cortados rocosos que la senda
esquiva haciendo varios requiebros hasta situarse por encima de ellos. A medida que subimos vamos entrando en la niebla
y el paisaje va desapareciendo. Seguimos por la senda que hace una larga
travesía a la derecha, llega junto a un aljibe y gira a la izquierda para
seguir subiendo y llegar rápidamente a la cima de Pipa. La niebla lo envuelve
todo. Iniciamos la bajada hacia el Coll
Garrut. Al poco encontramos una bifurcación junto a
una vieja antena y cogemos la senda de la derecha que baja por una zona
bastante empinada y muy técnica, de roca y piedras sueltas. Llegamos a una pequeña loma, ya menos empinada y
nos metemos por un bonito bosquecillo para salir enseguida a una pista. Bajamos por la empinada y pedregosa pista
durante algo más de un kilómetro hasta llegar a una curva junto a una casa.
Aquí dejamos la pista y cogemos la senda que sale a la derecha, atraviesa
unos campos e inicia una bajada que acaba en el barranco del Riu Belcaire. Atravesamos el barranco por un camino
hormigonado y seguimos a la derecha hasta situarnos bajo lo que será el gran
escollo de la jornada: El terrible cortafuegos, con la eterna manguera
naranja que parece que no termine jamás. Cargados de paciencia iniciamos la
dura subida. Cruzamos una pista y seguimos por la parte más empinada
hasta llegar a lo alto de la loma, junto a la antena. Después de un
descansito tomamos la senda que sale hacia la izquierda, primero por unos
bancales y luego entre la maleza. Estamos en el balcón de las trincheras y
seguiremos esta senda viendo las numerosas entradas de estas construcciones,
recuerdo de la guerra por esta zona. Atravesamos la senda que sube a Pipa por el
norte y seguimos hasta el cordal principal, para dar vista otra vez a La Vall. La senda baja por la ladera sur, hasta enlazar con
el camino que llevábamos al inicio a su paso por La Balona. Seguimos la pista en descenso. Justo cuando
cambia de vertiente alejándose de La Vall, cogemos
una antigua y maltrecha pista a la izquierda que baja directa hacia la ermita
de Sant Antoni. Desde el collado bajamos a la derecha para
bordear la colina donde se sitúa la ermita por la senda que recorre su pie.
Cuando llegamos al extremo que da a La Vall nos
aguarda una sorpresa... El “progreso” ha devorado toda la margen del río y ha
convertido el campo en un lodazal... a la espera de cubrirlo de asfalto y
hormigón. Atravesamos la llanura embarrada y conseguimos
por fin enlazar con el sendero que sigue bordeando la colina entre algarrobos
y vuelve a salir, pasando junto a la Balsa de Cristal, hasta el aparcamiento
de Sant Josep, donde están los coches. El
Riu Belcaire ofrece un
aspecto poco habitual. Las lluvias de los últimos días han permitido que
presuma de un moderado caudal. Volver a... Inicio Índice Cronológico |