|
Zona: Espadán Inicio: Aín Acceso: Desde la CV10 por la salida Artana-Eslida. Tiempo
estimado:
2 horas y media Dificultad: alta. Fuerte desnivel y tramos técnicos, tanto en subida como en
bajada. Ruta: Salimos hoy del bonito
pueblo de Aín, siguiendo las marcas del GR36. Desde la carretera, un antiguo
camino se eleva junto a los restos de los antiguos corrales en el carasol del
valle y sale más arriba a un camino carretero, en parte hormigonado. Seguimos ascendiendo. Las marcas del GR recortan
una curva por el antiguo trazado empedrado y sigue subiendo. Poco antes de llegar al alto donde el GR36
abandona la pista, lo abandonamos por una vieja pista a la izquierda
siguiendo las marcas verdes y azules. La pista acaba junto a unos bancales y sigue una
estrecha senda entre coscoja, jarales y esparragueras que nos llevan a lo
alto de la colina, junto a las antenas de Aín. Desde las antenas bajamos por la pista de acceso
a las mismas siguiendo aún las marcas verde-blanco. Tras una empinada bajada
abandonamos la pista por la derecha por una estrecha senda que después de
cruzar un barranco sale a la carretera. La seguimos a la derecha, dejamos a la izquierda
la carretera que va a Almedijar por Íbola y continuamos hacia Alcudia de Veo. Pasamos un collado, divisoria de aguas de las
vertientes de Eslida y Veo y tras una corta bajada llegamos a una curva en un
barranco donde empieza una estrecha senda que se eleva por la frondosa ladera
norte del Pico Espadán. Hoy vamos un poco a la aventura. Estamos en una
senda que no conocemos y no sabemos dónde iremos a parar. Por lo pronto empezamos el ascenso por la
ladera, atravesamos un frondoso bosque de pinos con el suelo cubierto de
pinocha y seguimos en diagonal hacia la derecha. Atravesamos un barranquillo y seguimos avanzando
hacia la derecha hasta llegar a un pequeño y boscoso collado. Aquí cambiamos de dirección y giramos a la
izquierda abordando la ladera de frente en empinadas rampas. La senda
asciende en una sucesión de curvas a lo largo de un ancho espolón y llega a
un rellano donde parece que las tareas forestales de desbroce acaban y la
senda también. Seguimos atravesando hacia la derecha donde parece
que continúa una estrecha senda, pero ésta se diluye entre la maleza y nos
cuesta avanzar. Salimos a una empinada pedrera y la remontamos a duras
penas... por lo menos aquí no está entrampado de maleza. Salimos a la parte de arriba y tras unas rampas
por un bonito bosque de altos pinos salimos al cordal superior, entre el pico
Espadán y el Gurugú. Decidimos seguir hacia la izquierda para coronar
el Gurugú y para ello seguimos un estrecho senderillo que a trozos
desaparece. Estamos en una zona con gran cantidad de restos de trincheras de
la guerra. Impresionante pensar en la actividad que debió haber aquí en esos
años. Lo que es indudable es el dominio privilegiado de todo el entorno desde
aquí. Llegamos a la cima del pico Gurugú, ocupada por
antiguas trincheras y descendemos al norte, al collado que nos separa de la
Penya Pastor. Aquí, hacia la derecha, una estrecha pero bien
marcada senda nos llevará al aljibe que hay en la senda que recorre la solana
de Espadán. Seguimos luego la senda de la solana hacia la izquierda y en
pocos minutos llegamos al collado de Íbola. Desde Íbola, en la vertiente de Aín y a la
derecha de la carretera, empieza una senda que en una rápida bajada nos
conduce al fondo del bonito barranco de Caridad. Dejamos a la derecha la senda
que conduce a lo alto del castillo de Aín y continuamos el descenso por una
bonita y frondosa senda. Pasamos junto al antiguo molino de Caridad, con
su gran balsa a rebosar de agua y rodeado de cerezos en flor y seguimos por
la ancha y cómoda senda. Pasamos bajo un arco de piedra y llegamos
finalmente a Aín, por sus bonitas callejuelas con las fachadas perfectamente
encaladas y generosamente adornadas con maceteros... el pueblo más bonito de
Espadán. Volver a... Inicio Índice Cronológico |