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Sobre el arte:
"La substancia de una obra de arte es inseparable de su forma; su
verdad y su belleza son dos cosas distintas y, al propio tiempo
no se sabe por qué, una sola."
Música en la Noche (Música en la Noche), pag. 15
Sobre la música:
"De la sensación pura a la intuición de la belleza, del
placer y el sufrimiento al amor, al éxtasis místico y a la
muerte: todo lo fundamental, todo aquello que encierra la más
profunda significación para el espíritu del hombre, puede
sentirse tan sólo, pero no expresarse. Lo demás, siempre y
dondequiera, es silencio.
Después del silencio, lo que se acerca más a la expresión de
lo inexpresable es la música. Resulta muy significativo que el
silencio forme parte de toda buena música."
Música en la Noche (Ciencia y lo demás silencio), pag. 36
Sobre el cielo:
"Puede existir o no un Reino de los Cielos en la otra vida,
pero lo que sí existe con toda certeza, como repitió
Jesucristo, es un Reino de los Cielos dentro de nosotros, al que
nos es posible llegar en el curso de la vida. La salvación,
dentro de este reino interior, consiste en un cierto sentimiento
de la rectitud personal, en una colmada y profundamente apacible
conciencia de estar 'en regla'."
Música en la Noche (Sobre la gracia), pag. 87
Sobre el progreso:
"El progreso es otra de las grandes ideas contemporáneas.
Gran parte de las ambiciones personales, de la rapacidad y
codicia de poder se encuentra santificada y, al propio tiempo,
convertida en activamente eficaz por esta idea. En la idea del
progreso unida con mucha frecuencia la humanitaria idea del
bienestar de todos y del servicio social, es en la que los
hombres de negocios del día encuentran las excusas de su
actividad. ¿Por qué trabajan con tanto ahinco? ¿Por qué
luchan tan rudamente contra sus rivales? "Para obtener el
poder y enriquecerse" dirá el cínico realista. 'Nada
de eso - responde indignado el industrial -, trabajo y lucho por
el progreso, por la prosperidad, por la sociedad'."
Música en la Noche (Creencias y acciones), pag. 99
Sobre las ideas y creencias:
"Existe a mi entender, un general desarrollo del
escepticismo en relación con la mayoría de las ideas aceptadas
hasta ahora, y en especial con las que pertenecen a la esfera de
la ética. Existe una tendencia creciente a fiarlo todo a las
emociones momentáneas como guías de la conducta, en lugar de
fijar ésta por medio de ideas a las que se hubiera llegado,
como hasta aquí, por la racionalización de aquellas emociones.
El resultado es una general decadencia en la calidad y en la
cantidad de la acción entre los escépticos.
(...)Por el momento, sin embargo, nos
sentimos escépticos respecto a todo, con excepción de lo
inmediato. En nuestras vidas cotidianas las realidades
inmediatas más importantes son deseos, emociones y estados de
animo cambiantes.(...) La racionalización característicamente
moderna de los sentimientos, deseos y actitudes tiene que
llevarse a cabo a espaldas de toda trascendencia; por medio de
lo que psicológicamente conocemos y no mediante los postulados
de Dios, la Virtud, la Justicia, etcétera. El acento recárgase
hoy sobre la personalidad. Justificamos nuestros sentimientos y
nuestras actitudes recurriendo al "derecho a ser
feliz", al "derecho a vivir la propia vida".
(Este famoso "vivir la propia vida", incomprensible
para los tiempos en que se creía firmemente en que había
obligaciones que cumplir respecto a Dios, ha causado daños
enormes en la esfera de la educación.) En otras palabras
nosotros aspiramos a hacer lo que nos gusta, no porque el
hacerlo así se encuentre en armonía con algún supuesto bien
absoluto, sino porque esto se considera un bien en sí mismo.
Una pobre justificación y que dificilmente podrá bastar para
hacer valerosos y activos a los hombres."
Música en la Noche (Creencias y acciones), pag. 101
Sobre los derechos del hombre:
"Un derecho nuestro es algo que nos corresponde a expensas de otras
personas. (...) Esos que se llaman "derechos
naturales" no existen prácticamente; lo único que existen
son soluciones de compromiso entre derechos en pugna. Lo que yo
poseo a vuestras expensas no debe ser mayor que lo que tengáis
vosotros a costa de las mías; esta es la teoría de la
justicia, sea cual fuere lo que de la realidad resulte."
Música en la Noche (Notas sobre la libertad), pag. 105
Sobre la especialización:
"Si la sociedad continúa desarrollándose por los mismos
cauces que sigue actualmente, la especialización, de manera
ineludible, irá en aumento. Los hombres serán considerados, más
cada vez, no como individuos, sino como la personificación de
determinadas funciones sociales."
Música en la Noche (Sobre los atractivos de la historia y el
futuro del pasado), pag. 128
Sobre los retos:
"Ningún hedonista razonable puede aceptar una carrera sin
obstáculos, pues al abolir éstos suprime también sus goces y,
al propio tiempo, suprime la mayor parte de su dignidad como ser
humano. La dignidad de un hombre consiste, precisamente, en su
capacidad para sustraerse a una carrera por campo llano, y en su
destreza para erigir obstáculos en el camino de sus impulsos.
En el pasado, los hombres construían la mayor parte de tales
obstáculos con los materiales que les proporcionaba la religión;
e incluso cuando los obstáculos eran esencialmente económicos,
cuidaban de darles una apariencia religiosa o religioso-moral.
Los obstáculos económicos continúan existiendo; pero para la
mayoría de los hombres no son tan numerosos, y para otros
muchos no tan altos, como en épocas anteriores. Al mismo
tiempo, la mayoría de los obstáculos religiosos, a la vez que
muchos de los de carácter ético que razonablemente se
derivaban de ellos, han perdido eficacia. El hombre actual desea
obstruir su camino con rémoras un tanto más primorosas y
sutiles que aquellas que las leyes y los convencionalismos en
boga erigen groseramente a lo largo de la senda que han de
recorrer; desea hacerlo así, repito, pero no encuentra a mano
la materia prima con la que pueda erigir tales obstáculos; no
encuentra más que aquellos materiales que pueda extraer de sí
mismo. Sí; necesita extraer de sí propio los materiales que
obstruyan su camino, y necesita obtener de sus propias
necesidades las razones suficientes para erigirlos. El hombre
actual emprenderá su carrera de obstáculos, no porque los
sacrificios derivados de ella resulten más gratos a los ojos de
Dios, sino porque el tener que vencerlos es, en última
instancia, más agradable que trotar a lo largo de la planicie,
y porque tener que retroceder ante los obstáculos erigidos por
sí mismo es casi siempre lo más noble y lo más digno que un
hombre puede hacer."
Música en la Noche (Carrera de obstáculos),pag. 142
Sobre la educación universal:
"La ventaja de un sistema de educación universal estriba
en que concede a todos los individuos, para los que esa educación
resulte útil, la oportunidad de recibir una enseñanza que
ellos, y a través de ellos la sociedad entera, sabrán
aprovechar. Al mismo tiempo, no obstante, es notorio que aumenta
el número de aquellos que no pueden sacar mucho partido de su
educación; pero que, sin embargo, reciben, más o menos
cuidadosamente, una enseñanza.
Cuando la cultura se hallaba limitada a unos pocos poseía un
valor de singularidad comparable al del caviar o al de las
perlas. Las edades de oro del esnobismo de la cultura fueron las
de la oscuridad para la educación. Cuando finalmente los muchos
recibieron la enseñanza que cuando estuvo reducida a los pocos
parecía tan preciosa y de tan maravillosos resultados, rápidamente
llegaron a la conclusión de que no tenía tanto valor como habían
supuesto, y que, de hecho, no había nada en ella. Y tal vez tenían
razón, pues para la mayor parte tanto de los hombres como de
las mujeres, en la cultura, evidentemente, no hay nada. Nada en
absoluto, ni satisfacciones espirituales, ni recompensas
sociales. Faltan las primeras porque la mayoría de las personas
- acaso por fortuna - no se hallan dotadas de la curiosa
mentalidad de aquellos que pueden extraer un goce de las
abstracciones de una educación liberal. Y no existen
recompensas sociales porque en un mundo donde todos han recibido
educación, el mero hecho de haber asistido a la escuela cesa
automáticamente de constituir la clave del éxito. Bajo un
sistema de educación universal, las recompensas sociales recaerán
únicamente en aquellos que posean tantos talentos como enseñanzas
recibidas. Los muchos, habiendo ido a la escuela, pero
careciendo de talentos se hallarán en tan mala situación como
antes.
Los profesionales de la democracia continúan prescribiendo
educación y más educación, como un remedio para todos los
individual y socialmente débiles. Diríase que para ellos la
educación, más que una simple medicina, sería una especie de
mágico elixir: basta con que el hombre lo beba para que se
transforme en un superhombre."
Música en la Noche (El esnobismo de la estupidez y la ignorancia), pag. 153
Sobre la producción en masa:
"Merced al auge del maquinismo, la producción sobrepasa al
consumo. La primera condición de nuestra producción industrial
es organizar el despilfarro por parte de los consumidores.
Cuanto antes deseche el consumidor el objeto que haya adquirido
y vaya en busca de otro, será mucho mejor para el que los
produce. Al propio tiempo, como es natural, el productor tiene
que esforzarse en no producir sino artículos que sean lo más
perecederos posible."
Música en la Noche (Esnobismos selectos), pag. 171
Sobre la publicidad en la prensa:
"Los periódicos hace cuanto pueden por ayudar a aquellos que les
ayudan; y a la incesante afluencia de anuncios viene a añadirse
otra propaganda pagada también, aunque menos directamente, a
favor del esnobismo de la modernidad. Al público se le enseña
que "estar al día" es uno de los principales deberes
del hombre y dócilmente acepta tan reiterada sugerencia; hasta
el punto de que todos venimos a ser esnobs de lo moderno."
Música en la Noche (Esnobismos selectos), pag. 173
Sobre la hermosura:
"No es por medio de alimentos cutáneos, alisadores de asperezas y
depiladores eléctricos, como se hermoseará la raza humana,
como tampoco lo conseguirá haciéndose más saludable. Hombres
y mujeres se embellecerán tan solo cuando la organización
social conceda a cada uno de ellos una oportunidad de vivir
completa y armoniosamente, cuando no se hallen cercados de
incetivos y de tendencias hereditarias que los empujen a
viciosas monomanías. En otras palabras, ni la totalidad de los
hombres ni la de las mujeres será hermosa nunca. Tal vez a lo
único que pueda llegarse es a que disminuya el número de los
feos. Contentémonos, pues, con modestas esperanzas."
Música en la Noche (La industria de la belleza), pag. 202
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