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La historia de la formación de la
banda, quizás un poco atípica se remonta a mediados del año 1998,
veréis; por el aquel entonces Iván decide coger su guitarra y con un
puñado de canciones, espontáneamente, decide subir a un pequeño
improvisado escenario montado en su propia facultad con motivo de la
celebración de las fiestas patronales. En cuestión de un par de versos y
acordes se da cuenta que el público atiende y él mismo vibra por dentro.
Entre las personas que allí se encuentran un estudiante parece dejarse
llevar ante el sonido de aquellas primerizas composiciones folk de
autor, y al finalizar el recital sin pensárselo dos veces se dirige al
joven canta autor que acaba de bajar del escenario. Javi confiesa a Iván
su gusto por la música y la emoción que en él suscita. En este momento
surge la energía de activación de la futura banda.
Sumiso a los latidos de su corazón,
ese mismo año, Iván decide saltar de los recintos universitarios a las
salas de pequeño aforo y pubs, únicamente acompañado de su guitarra
acústica y voz. Una y otra vez le viene a la memoria aquel músico,
bajista por cierto, que conoció en la universidad durante su primera
actuación, de tal forma que decide contactar con él para formar un dúo
acústico. Después de varias sesiones de ensayo se dan cuenta que pueden
funcionar como pareja musical interpretando los temas propios que el
mismo Iván compone. Ya en el año 1999 motivados por el público y después
de una serie de actuaciones por pubs valencianos, deciden emprender el
camino de la electrificación de esas propias composiciones estilo música
de autor. A raíz de esta decisión se unen al dúo tanto Roberto Herráiz
(futuro técnico y productor de la banda) en los teclados y Jordi
Ninyerola a la batería. También la formación comienza a contar con las
esporádicas participaciones de otro gran músico valenciano y virtuoso de
la guitarra clásica Sergio Santes, el cual aportará los arreglos
guitarrísticos al grupo.
A partir de este momento Los
Rovers nacen como banda de música pop-canción de autor interpretando
los temas compuestos por Iván (música y letra) y arreglados por el
resto de la banda.
A pesar del interés por electrificar
los temas durante este año Los Rovers realizan una serie de
actuaciones pero en formato acústico debido a las limitaciones de
algunas de las salas donde comienzan sus andaduras como banda.
Nada más iniciarse la formación como
tal, los primeros problemas se presentan y con ellos el parón de
actuaciones debido a la marcha de dos de sus componentes al extranjero
para continuar con sus estudios universitarios. Jordi fue a parar a un
rincón de Francia e Iván al norte de Holanda, el resto de la banda
continuó su formación musical pero sin realizar ninguna aparición
pública, exceptuando a Sergio que seguía con su carrera como
concertista de guitarra clásica. Todo esto ocurría a principios del
2000. Después de nueve meses al final de este mismo año el grupo
retomaba el pulso, pero con un pequeño contratiempo; Jordi siente la
llamada de la pintura y decide colgar las baquetas por el caballete,
óleo y pincel.
A partir de aquí la historia de los
bateristas en el grupo se fundamenta en un ir y venir de músicos. Se
siguen una serie de actuaciones acústicas por pubs valencianos debido a
la carencia de un batería en dicho momento, hasta que ingresa a finales
del 2001 en las filas de Los Rovers Agustín. Un excelente músico
y persona. Gracias a él la banda comienza a tomar contacto con
certámenes y concursos.
A mediados del 2002 Los Rovers
deciden por primera vez meterse en un estudio para grabar lo que fue su
primera maqueta, de la mano de Rober, anterior teclista del grupo. En
unas 3 sesiones durante 24 horas de trabajo de estudio se obtiene un
compacto con tres temas originales: Holanda, Tributo
a Bob y I want you to be. Esto se realiza con el
fin de entregarlo en el último certamen Poli-Rock celebrado hasta la
fecha. El jurado se debate entre 57 maquetas procedentes de distintas
bandas de la comunidad valenciana. Los Rovers contra todo
pronóstico son elegidos junto con otras 5 formaciones para disputar una
final en la antigua sala de conciertos Roxy de Valencia (junio-2002). La
banda paga su breve experiencia en circuitos rock quedando sin premiar
en la gran final, todo esto influido también en parte por su tendencia
a interpretar repertorios acústicos, más los problemas de encontrar un
batería fijo.
Con esta primera prueba de fuego para
el grupo muy bien solventada y llevada a cabo, viene la desilusión de la
despedida del recién incorporado Agustín, el cual por problemas
profesionales decide abandonar el grupo, no así la amistad con sus
componentes.
A partir de ahora Los Rovers
se dedicarán únicamente a ensayar, y es a finales del 2002 cuando
conocen en los mismos locales de ensayo a Manolo Quiles. Se trata de un
baterista apasionado del soul, sobre todo del soul, pero gran amante
también del blues, rhythm & blues y rock. Gran intelectual de la música
allá donde los haya.
Se realizan un par de bolos
electrificados con la banda al completo pero de nuevo el baterista
decide dedicar su tiempo libre a otro tipo de retos profesionales. Hoy
en día la banda mantiene un contacto muy fructífero con Manolo, el cual
siempre está dispuesto a colaborar.
Desesperadamente, Los Rovers
exhaustos por su problemática “baterística” deciden echar mano de la
publicidad para contactar con algún nuevo baterista o percusionista que
quiera participar en sus proyectos musicales. De esta manera es como
llegan a conocer, de la mano de Iván a partir de la propia academia de
música donde recibía clases de guitarra, a Toni Albiach. Batería y
percusionista profesional asiduo de la noche valenciana y madrileña
afincado en Quart de Poblet. Conocido por numerosas colaboraciones de
gran variedad de estilos con distintas formaciones valencianas y algunas
madrileñas. Su técnica abarca desde flamenco fusión, pasando por el jazz
hasta llegar al pop. Su inclusión en el grupo hace que Los Rovers
ganen en calidad y recursos musicales, capturando el color de la banda
actual y el espíritu que hoy en día se respira en la formación; pop
fresco matizado con letras de autor y con toques de folk acústico.
Con esta nueva incorporación al
iniciarse el año 2003, Los Rovers quedan hasta la fecha actual
formados por el siguiente cuarteto ya conocido: Iván (guitarra rítmica y
voz), Javi (bajo y coros), Sergio (guitarra solista) y Toni (batería y
percusión). Acompañando a la banda destaca como técnico de sonido y
productor Roberto Herráiz, hermano de Javi.
Otra vez completada la banda, se
decide presentar la nueva formación en una actuación en directo en el
Nuevo Mercado de Colón bajo el patrocinio de una gran firma comercial,
en julio de 2003. Parece que el nuevo batería y resto de los componentes
fusionan de forma magistral en un único estado, tanto la música pop,
canción de autor como ritmos de percusión. La actuación es un éxito para
la propia banda y se decide actuar de forma eléctrica en unos cuantos
locales más de Valencia.
Ya en el año 2004 Los Rovers
se presentan al primer concurso Valencia en Pop, presentando una maqueta
original con varios temas. Resultan seleccionados para actuar en una
serie de actuaciones en directo ante la presencia de un jurado (críticos
musicales, radio, televisión) y con asistencia de público. La formación
quedará semifinalista del certamen entre un total de 36 grupos. Como
consecuencia de la actuación en el presente certamen, Los Rovers
son llamados varias veces a participar en directo en la radio 97.7 en un
programa musical que promociona grupos valencianos.
Con el buen sabor de boca de las
actuaciones en el Valencia en Pop Los Rovers deciden realizar una
grabación más seria para permitirse la autoeditación de lo que será su
primer disco llamado Sin Recursos, en el cual quedan
plasmados 5 temas originales compuestos por Iván (música y letra) y
arreglados por el resto de la banda.
El 23 de diciembre del 2004 se
presenta el nuevo trabajo de Los Rovers en el pub Volander de
Valencia, en una actuación en formato acústico. Debido al éxito obtenido
se decide hacer una nueva presentación del trabajo Sin Recursos,
esta vez electrificando el repertorio, en la sala Wandaloop de Valencia
el 7 de enero del 2005.
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