Giza

Hoy habíamos quedado con el taxista a las 6:30 para ir a las pirámides. El motivo del madrugón es estar los primeros para entrar en la pirámide de Keops que tiene limitada su entrada a 150 personas. Sólo se entrega una entrada por persona. A las 7:30 nos dirigimos en el taxi hacia la entrada y empezamos a percatarnos de que la gente toma posiciones para entrar ligero hacia el quiosco de venta de entradas. Estamos relativamente bien situados en una cola de vehículos que se ha formado detrás de un autobús de japoneses. A las 7:45 quitan la barrera y el autobús arranca a toda pastilla, y aquí tienes a nuestro taxista detrás también a toda pastilla. Al pobre se le cala el coche, pero sin embargo llegamos los segundos al primer quiosco de venta de entradas para el recinto general. Después de este quiosco nos subimos al taxi de nuevo y a la carrera vamos al segundo quiosco específico de la pirámide de Keops donde los japoneses ya están en la cola formados cada uno con sus 100 LE en la mano. Después de ellos pasamos nosotros, mientras la gente corre frenéticamente a coger sitio en la cola. Enseño el carnet de la Universidad y la entrada me sale por la mitad.

Pirámide de Keops Pirámide de Kefren

EsfingeA las 8 entramos en la Gran Pirámide de Keops, donde tras atravesar el primer corredor descendente de espaldas, se entra en un segundo corredor ascendente y luego en la Gran Galería. Es muy larga y alta e impresiona mucho. Tras esta galería hay una cámara y un pasadizo que conduce a la cámara del rey. No se puede hacer fotos ni con propina ni por caridad. Durante unos minutos estamos solos en la cámara ya que los japoneses van muy lentos. Es una sensación irrepetible estar en el corazón de la gran pirámide rodeados de más de 5 millones de toneladas de bloques. La perfección de la Gran Galería y de la cámara del rey dejan boquiabiertos a cualquiera.

Salimos fuera, rodeamos la pirámide y nos dirigimos andando a la pirámide de Kefren, que está cerrada, y a la de Micerinos que se puede visitar. Esta pirámide aunque no impresiona tanto como la de Keops no está nada mal. Tiene un corredor descendente, tras el cual se pasa a dos cámaras.

Salimos fuera y volvemos al taxi a eso de las 10:30. El taxi nos lleva después a la Esfinge que para esta hora está lleno de autobuses. Tras esta visita concluimos la excursión a Giza llegando al hotel para cambiarnos al Hotel President porque en el Longchamps no tienen sitio para esa noche y el mismo hotel nos ha buscado otro que resultó un poco peor: tienen una fachada a la calle, pero por dentro es otra cosa. Tras el traslado nos vamos al Museo de Antigüedades tras almorzar unos pasteles.

 

 

Museo de antigüedades
de Egipto

Las Ocas de Meidum

Este museo no es un museo cualquiera, contiene las piezas más importantes encontradas en distintos lugares arqueológicos, y que por razones obvias ha habido que trasladar. El museo es importante recorrerlo en orden cronológico, como las guías generalmente muestran. Se pueden hacer fotos sin flash, pero decidimos que mejor era comprar un libro de fotos y visitar sin distracciones, pues de todos modos no iban a salir con buen color. Como en muchos libros está descrito, no vamos a detallarlo. Destacaremos algunos:

Imperio Antiguo

- Una estatua de Zoser
- Las impresionantes estatuas de Amenofis III y su esposa Tiy sonrientes
- La estatua de madera de Kaaper con sus bonita mirada
- Las estatuas de la pareja de Rahotep y Nofret
- El cuadro de las Ocas de Meidum (4500 años)
- La estatua de Mentuhotep

Estatua de Kaaper Rahotep y Nofret

Imperio Nuevo

- Sala de Akhenatón
- Muchos sarcófagos ricamente decorados

Capilla con las cuatro diosasMención aparte hay que hacer de lo encontrado en la tumba de Tutankhamon. Si se ha leído recientemente el libro de Howard Carter, estos objetos resultan conocidos para el lector que los ha imaginado antes de verlos:

- Las dos estatuas negras y doradas que custodiaban la entrada a la sala del sarcófago
- El trono del rey con un respaldo decorado con una imagen de su esposa aplicándole ungüentos. Todavía figuran debajo del dios Atón, el dios de la herejía de Akhenatón
- Muchos ushbetis (especie de amuletos)
- Los carros que Carter encontró desmantelados porque en el entierro no cabían por la puerta
- Los cuatro armarios que contenían los sarcófagos
- La capilla con las cuatro diosas que contenía los cuatro vasos canopos
- El tesoro: el sarcófago de 110 kg de oro, la máscara de 11 kg de oro, y multitud de joyas más.

En general, el museo está muy desorganizado, pero lo más lamentable es ver a tanto turista manoseando y sacando brillo a los sarcófagos, haciendo fotos con flash a las estatuas de Kaaper, Rahotep y Nofret y a los escribas. Es una pena que 3000 años de conservación acaben así. Para esto, mejor estarían si no las hubieran descubierto. Quizás dentro de 500 años la gente esté más civilizada.

A la salida del museo telefoneamos a la familia para decirles que estamos vivos y nos comemos una croqueta por la calle. Encontramos otro restaurante mejor y nos inflamos a comer croqueta verde, berenjenas fritas, babaganush y coliflor rebozada. Cogemos un taxi a la ciudad de los muertos que vemos por encima y volvemos al hotel. Reservamos 2 noches en el hotel MorganLands Village de Sta. Catherina para el día siguiente. He acumulado tanto sueño y cansancio que me paso 10 horas seguidas sin moverme en la cama.

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